Además de los temas de economía, migración y seguridad que suelen protagonizar los debates sobre su frontera norte con Estados Unidos y la que mantiene en el sur con Guatemala, también ahí comparte límites fronterizos con otro país mucho más pequeño y menos poblado: Belice.
Pero convencido de su importancia, el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, lo incluyó en su primera gira latinoamericana que celebra estos días para «profundizar la agenda política, de cooperación, turística, cultural y comercial» entre ambos países.
«Belice se ha posicionado como un importante interlocutor de México en el Caribe, no solo por la vecindad geográfica que nos une (…) sino porque este país mantiene sólidos lazos con los estados del sureste de México (Quintana Roo, Yucatán y Campeche) y representa un puente relevante con esa región caribeña», se lee en la agenda de este viaje oficial.
La embajadora de México en Belice, Martha Zamarripa, reconoce que para muchas personas el país centroamericano «no está en el radar» y que algunas incluso llegan a pensar que es parte de México.
«Pero lo que es cierto es que Belice es un aliado estratégico para México. Siempre que le solicitamos su voto en foros regionales, nos lo da. Y si por razones políticas se puede ver afectada su relación con Caricom (Comunidad del Caribe), en contadas ocasiones se abstiene, pero nunca vota contra una posición de México», dice en entrevista con BBC Mundo.