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Un escándalo de proporciones épicas estalló en el corazón del Mundial de Pokémon 2025 en Anaheim, California, cuando el jugador chileno Matías Alejandro Campos fue arrestado en flagrancia por la policía local acusado de gran hurto, tras ser descubierto con la mochila robada de Tim Tipton, un competidor estadounidense de 29 años conocido como That TCG Dad, quien perdió un valioso mazo de cartas Pokémon, su consola Nintendo 3DS, juegos y hasta la tarjeta de acceso a su hotel en un acto que paralizó el torneo.
Todo inició el 16 de agosto en la mesa 179 del Centro de Convenciones de Anaheim, donde Tipton dejó su mochila a un lado para tomar agua por un dolor de cabeza, solo para descubrir cinco minutos después, al levantarse para la nueva ronda, que había desaparecido. Un juez lo envió a objetos perdidos sin éxito, hasta que un llamado alertó del hallazgo de la mochila vacía en el baño, despojada de todo lo relacionado con Pokémon, lo que impulsó una denuncia inmediata ante las autoridades que activaron cámaras de seguridad capturando a un sospechoso con cabello oscuro, pantalones claros y polerón celeste exclusivo del evento.
La caza culminó cuando el hermano de Tipton localizó a Matías Campos en la zona de restaurantes del recinto, portando todos los bienes hurtados: la consola 3DS y juegos en sus bolsillos, el mazo de cartas encima y, en el registro policial, la incriminatoria tarjeta hotelera en su billetera —de un hotel distinto al suyo—, una prueba demoledora que Campos no pudo refutar, silenciándose por completo pese a alegar inicialmente una compra por solo 200 dólares frente a un valor real superior a 5.000 dólares, umbral que en Estados Unidos clasifica el delito como hurto mayor con penas de cárcel y prohibición perpetua de entrada.
El 19 de agosto, Campos se declaró no culpable ante el Tribunal Superior de California, quedando en libertad bajo su propia responsabilidad con obligación de asistir a audiencias clave: la previa al juicio el 27 de agosto a las 8:30 a.m. y la preliminar el 29 de agosto a la misma hora, mientras posteaba en Instagram su alivio por estar libre sin riesgo de deportación, Visa Waiver intacta y ganas de volver a Chile, agradeciendo a la justicia de Anaheim, su abogado y hasta la «funa masiva» que lo persiguió, prometiendo explicaciones detalladas tras la intervención policial en su teléfono.
Tim Tipton no guarda silencio: las imágenes de vigilancia, la posesión física de los objetos y esa tarjeta en la billetera forman un rompecabezas irrefutable que podría sellar el destino del chileno, forzándolo a la prisión si se prueba culpable y vetándolo de EE.UU. para siempre, un desenlace que irónicamente sigue a mensajes previos entre ambos por un posible negocio de kits de competencia, transformando un duelo de cartas en un juicio que opaca el brillo del Mundial de Pokémon.
