La pobreza en Argentina alcanzó al 52.9 por ciento de la población en el primer semestre, un fuerte aumento de 11,2 puntos porcentuales en relación a igual período de 2023, informó este jueves el instituto de estadísticas Indec.
En la primera mitad del año, que coincidió con los primeros meses de la fuerte política de ajuste del presidente ultraliberal Javier Milei, la indigencia aumentó además 6.2 puntos para ubicarse en 18.1 por ciento, en un país con 47 millones de habitantes.
El Indec calcula la pobreza comparando los ingresos de los hogares con el costo de una canasta básica total, que incluye alimentos y otros bienes y servicios como vestimenta y transporte y que para el primer semestre se ubicaba en unos 240 dólares.
El vocero presidencial, Manuel Adorni, señaló antes de conocerse públicamente el dato que este índice reflejaba «la cruda realidad que está atravesando la sociedad» y responsabilizó al «populismo que ha sometido a la Argentina a tantos años de desgracias y devastación» por estos resultados.
El PIB de Argentina cayó 1.7 por ciento en el segundo trimestre de este año en comparación al trimestre anterior, profundizando la recesión económica.
Estas cifras acompañan una de las inflaciones más altas del mundo, de 236.7 por ciento en 12 meses a agosto.
Si bien el país está sumergido en una crisis económica hace años, el presidente ultraliberal Javier Milei devaluó la moneda local al asumir en diciembre, lo que desembocó en un derrumbe del poder de compra de los salarios, a la vez que redujo los subsidios al transporte y los servicios, derivando en un alza general de tarifas.
«Desde que subió este Gobierno (de Milei), a nosotros nos bajó el trabajo. Trabajamos el doble por menos y tenemos que seguir», dijo Casal, quien tiene 14 hijos y 42 nietos, en el barrio precario Villa Fiorito, en los suburbios de Buenos Aires.
«Con la edad que tengo no me van a dar trabajo en otro lugar (…) Entonces sigo poniendo el pecho y sigo yendo», agregó.
El dato oficial difundido estuvo en línea con el Observatorio de Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA), que había estimado que la pobreza promedió un 52% en el primer semestre del 2024, 12 puntos porcentuales más que un año atrás.
«Si uno mira la película, la película muestra un deterioro en el primer trimestre», dijo Agustín Salvia, director del Observatorio de Deuda Social de la UCA, que estimó que la situación tendió a aliviarse en el segundo trimestre para ingresar en el tercero a una meseta de entre el 46 por ciento y el 47 por ciento.
Según los datos de la UCA, la pobreza habría trepado desde la asunción de Milei en parte debido al cierre de comedores comunitarios y a la baja de subsidios sociales que mantenían a flote a muchas familias.
La Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia informó a Reuters que el Gobierno aumentó dos planes conocidos como Asignación Universal por Hijo y la Tarjeta Alimentar y que realizó un relevamiento a comedores que mostró que muchos no funcionaban u operaban de manera fraudulenta.
«Cualquier índice de pobreza es horroroso», dijo más temprano el portavoz presidencial, Manuel Adorni, en una rueda de prensa donde culpó a los gobiernos anteriores de dejar «bombas» que la administración del mandatario ultraliberal Javier Milei ahora intenta desactivar.
«Lo que se ha hecho en materia social en Argentina en los últimos 50 años es vergonzoso (…) Estamos haciendo todo, todo, todo para que eso cambie», agregó.
Si bien el Gobierno ha logrado bajar la inflación, aún entre las más altas del mundo, el ajuste deterioró la actividad económica, lo que ha impactado en el empleo y el consumo.
Lejos de los escritorios de los políticos, en un asentamiento humilde de las afueras de Salta, una provincia en el noroeste del país, Lourdes Gonza, una madre soltera de 23 años que tiene un empleo inestable, sufre porque le cuesta alimentar a su pequeña hija.
«A mí me duelen mucho los chicos (…) Yo por ahí no tengo nada, pero lo poquito que tengo trato a veces de darle un pedacito de pollo, comprar en grande cajas de leche para por lo menos darle una leche», dijo, entre lágrimas.