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Ciudad de México.- Un total de 50 guardias y siete policías fueron liberados el pasado viernes de cárceles ecuatorianas luego de permanecer más de 24 horas como prisioneros, en lo que el gobierno describió como un intento de grupos criminales para recuperar el control de varios grandes establecimientos penitenciarios en el país, informaron autoridades.

A través de un comunicado de prensa, el sistema penitenciario del país, el Servicio Nacional de Atención a Personas Privadas de la Libertad, informó que los 57 elementos del orden que estaban recluidos en seis diferentes prisiones, ya se encuentran con libertad, pero no dieron más detalles de su liberación

La madrugada del viernes, grupos criminales en Ecuador utilizaron explosivos para dañar un puente, el último de una serie de ataques esta semana. Nadie resultó herido en la explosión.

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Los funcionarios del gobierno han descrito los actos violentos como obra de bandas criminales con miembros en las cárceles que respondieron a los esfuerzos de las autoridades por retomar el control de varias penitenciarías mediante la reubicación de los reclusos, la incautación de armas y otras medidas.

Cuatro coches bomba y tres artefactos explosivos estallaron en todo el país en menos de 48 horas. La última explosión con dinamita ocurrió la madrugada del viernes en un puente que une dos ciudades en la provincia costera de El Oro, dijo a The Associated Press el comandante de la Policía Nacional, Luis García.

Horas antes, un tanque de gas doméstico con bolas de dinamita explotó debajo de otro puente en la provincia de Napo, ubicada dentro de la porción de la selva amazónica de Ecuador.

Consuelo Orellana, gobernadora de la provincia de Azuay, informó la madrugada del viernes que 44 de los rehenes en un penal de la ciudad de Cuenca fueron liberados. El sistema penitenciario del país dijo más tarde que los 57 habían sido liberados.

El analista de seguridad Daniel Pontón dijo que la cadena de acontecimientos, que tuvo lugar tres semanas después del asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio, fue un ataquesistemático y claramente planeado” que había demostrado que el Estado era ineficaz para prevenir la violencia.

«¿Qué hace la inteligencia estatal en estas situaciones? No ha hecho nada, aunque las órdenes (de explosiones) seguramente vienen de las cárceles a través de celulares”, afirmó.

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