PAUSA.MX

Las grotescas muecas que simulaban sonrisas de Claudia Sheinbaum lo decían todo.

Altiva, fría, ni siquiera condescendiente, pues ni siquiera volteaba a mirar a sus contendientes, parecía decir que ya sólo esperaba “el trámite” para acceder a la silla presidencial.

¡Vaya soberbia!

¿El debate? ¡Qué flojera!

¿Qué ganas de hacerle perder el tiempo si las encuestas dicen que dentro de dos semanas ella amanecerá ganadora?

Y en ese afán de defender a toda costa a López Obrador –como “se le olvidó” en el primer debate– falseó una y otra vez manipulando estadísticas que, como bien decía Mark Twain, son una de las tres grandes mentiras.

Volvió a dejar en el aire los señalamientos de la aliancista sobre la corrupción de los hijos de AMLO, de Nahle, de Bartlett, Zaldívar… et al.

No defendió sus fracasos en el gobierno de CDMX, que fue en lo que más mintió.

Y también presentó como grandes éxitos los enormes fracasos de la 4T.

¡Un desastre!

¿Por eso las sonrisas más que forzadas?

¿Por tal las antiestéticas muecas?

* * *

Con las pilas recargadas llegó al Centro Cultural Tlatelolco Xóchitl Gálvez.

Dos fueron los hechos que la energizaron:

1) “El tsunami rosa” que arrasó en plazas y avenidas de prácticamente todo el territorio de la República, y

2) El para ella nada menor triunfo del equipo de futbol Cruz Azul frente al Monterrey — por goles de visitante– con lo que la oncena cementera pasa a la final del actual torneo.

Con ese empuje llegó atacando.

Evidenciado con cartulinas que la morenista mentía en cada una de sus intervenciones.

Forzándola a torcer ojos y labios y a elevar las cejas.

Fresca, Sin imposturas, Xóchitl fue otra vez la Xóchitl a la que la sociedad empujó para que el PRI, el PAN y el PRD la postularan como su abanderada.

Los debates no se ganan, como he escrito antes aquí, pero si así fuera, no hay duda de que la hidalguense resultó triunfante.

* * *

¿Y Jorge Máynez?

Pues igual.

Comparsa de la morenista.

Atacando a la aliancista.

Intrascendente.

Habrá que repetírselo:

¡No Máynez, Jorge!

* * *

El presidente ya encontró un nuevo pretexto para justificar transas, corruptelas, críticas y señalamientos certeros.

Hasta hace unos días todo sucedía por la temporada electoral.

“Tiempos de zopilotes”, atacaba y se salía por la tangente.

Ahora es por el calor.

¿Apagones? ¡El calor!

¿Complicidades de altos militares de la Sedena con empresas factureras? ¡El calor!

Tan altas son las temperaturas que quien ya debe ir haciendo maletas para desocupar el Palacio Nacional no se da cuenta de que, cada vez que se justifica con el clima ¡se quema!

Por AL PE

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