México es un país laico, con bien determinada la división entre la Iglesia y el Estado, desde tiempos ancestrales se estableció en la Constitución de 1857 y ratificada en la de 1917 esta separación.
Es cierto que en la administración presidencial de Salinas de Gortari se determinó establecer relaciones diplomáticas con El Vaticano, a nivel de gobierno, sin alterar la laicidad de los gobiernos de México.
Hay respeto a todos los cultos, aunque predomina la religión católica, pero existen numerosos judíos, mahometanos, hinduistas, anglicanos y todas las derivaciones del cristianismo (Testigos de Jehová, Evangélicos, Pentecostés, Bautistas, Luteranos, Adventistas, etc) y todos deben ajustarse a lo que dicta la Constitución.
La libertad de culto está permitida, aunque es un poco más rigurosa con el grupo predominante y los sacerdotes, pastores o líderes religiosos tienen derecho al voto, pero sin participación política, ya que no pueden ser votados, aunque respecto a la participación política, muchos se saltan las reglas.
El jefe de Estado mexicano (Presidente de la República) en su carácter de dignatario establece contacto directo con el Papa, jefe de la religión católica, en su carácter diplomático, por lo que sorprende que ahora, las dos principales candidatas a la Presencia de la República hayan acudido a establecer nexos con el dignatario católico, sorprende todavía más que una de ella, declarada oficialmente como atea solicitará una cita formal con el Papa Francisco.
En el caso de ambos, ellas pudieron solicitar la cita como ciudadanas del mundo, como supuestamente lo hicieron, aunque era necesario hacerlo en estos momentos, cuando ni siquiera han empezado las campañas formales.
Tal vez las dos acudieron para pedirle el mismo milagro, al jefe de la Iglesia Católica, el de recibir el mayor número de votos posibles, los que le den el triunfo, aunque también pudieron pedir su intervención para que los sacerdotes católicos convoquen a sus feligreses para que voten por ellas, lo que sí está prohibido.
De su cita y conversación con el prelado de la Iglesia Católica poco se sabrá solo lo que ellas quieren revelar. La conversación no se dio en términos de una confesión, aunque sí generó sorpresa entre muchos y más el hecho de que una (Xóchitl Gálvez) fuese primero y la otra (Claudia Sheinbaum) lo hiciera al día siguiente, considerando que las reuniones de ese tipo no se consiguen de un día para otro.
Si hubo o no alguna alteración de las reglas, lo tendrán que determinar las autoridades electorales, aunque curiosamente en la misma fecha surge la revelación de la intervención de jerarcas católicos estableciendo las reglas de un pacto entre los grupos de la delincuencia organizada, ante la pasividad y desgano de las autoridades para combatirlos y, en su defecto, erradicarlos.
Todo esto en el marco del inicio de las campañas electorales y en las que, se advierte, tendrán una gran injerencia las organizaciones criminales, como ya sucedió hace tres años, ante la indiferencia de las autoridades.
¿Estaremos ante los cambios de las reglas del juego religioso y la fe y las iglesias tendrán otro tipo de papel en los comicios del dos de junio?
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De falsos e hipócritas tachó Claudia Sheinbaum a los asistentes a la marcha por la democracia, mientras que Lorenzo Córdova, único orador en la concentración del Zócalo alertó sobre los riesgos que corre la democracia ante las reformas propuestas por el Presidente López Obrador…Claudia Sheinbaum ya quedó registrada como la candidata presidencial de la alianza conformada por MORENA, PT y partido Verde.