Por Alex Romero
Últimamente todo el mundo geopolítico y económico esta hablando de la relación especial de asociación estratégica y de “amistad” entre el presidente Chino Xi Jinping y el presidente ruso Bladimir Putin. Pero la realidad es que una asociación de iguales requiere de cierta simetría. La cual y dado el caso es imposible de consolidar; porque en primer término el Kremlin siembre ha estado y estará receloso de la influencia de Pekín tanto en Asia, como en Medio Oriente. Ya que desde los años 70, en aquel lejano 1972, en un 27 de febrero para ser exactos. Se reunían el presidente Mao y presidente Nixon en Shanghái para consolidar una alianza la cual contribuyo grandemente al desmembramiento final de la Unión Soviética. Esto termino por socavar en gran medida las deplorables relaciones entre Moscú y Pekín de aquel entonces. Pero sí de asimetría hablamos basta con mencionar las siguientes: China es infinitamente superior a Rusia si a su producto interno bruto nos referimos. El primero cuenta con diecisiete billones de dólares, mientras que el segundo es tan solo cercano a los dos billones. También en población el país asiático es un líder claro contando con mil cuatrocientos millones de habitantes siendo el país mas poblado de la tierra, mientras que sus socios europeos disponen apenas de ciento cuarenta y tres millones. La relación comercial es otro tema importante y es que en lo que va del 2023 el reporte entre importaciones y exportaciones de Rusia a China y viceversa, produjo un déficit para los rusos de mil cuatrocientos billones. Así es que por los datos mostrados y los que no se han mencionado aun, podríamos durar todo un sinfín de tiempo y no acabaríamos apuntando cada uno de ellos. Sin embargo, es importante mencionar la superioridad China en variados temas como la tecnología, las rutas comerciales, la cultura, la influencia geopolítica y un sinfín mas en donde como es de conocimiento de la copula gobernante rusa existe una gran asimetría. Lo que coloca a los caucásicos en una posición de debilidad. Es por ello por lo que el expresidente Donald Trump vio la oportunidad de separar a rusia de china y tratar de consolidar una alianza para detener el avance del dragón amarillo, pero entre los múltiples errores de la administración Biden y ante la gran presión, a Rusia no le quedo mas remedio que aceptar la apuesta por el dragón asiático, al verse acorralado por la Otan. Es cuando estimado lector que de continuar la tendencia en los próximos años y ante la emergencia y potencial de los chinos, rusia podría quedar convertido en una especie de país satélite en los próximos años.