Ciudad de México.- Un barco carguero procedente de Rusia ha atracado este jueves en el puerto de Guaymas, Sonora, generando interrogantes sobre su contenido. Una consultora internacional aseguraba desde hace semanas que el buque transportaba diésel, mientras que las autoridades del puerto han señalado que la embarcación contiene fertilizantes. El abastecimiento de combustible ruso pondría a México en la mira de diversos países —entre ellos Estados Unidos— que han sancionado las exportaciones de hidrocarburos desde Rusia, a causa de la invasión de ese país a Ucrania.
La consultora Argus, una organización que produce análisis de mercados internacionales, mencionaba en un informe que el Loukas I se dirigía a México cargado con 145.400 barriles de diésel de origen ruso. La prestigiosa consultora explicó que el buque, que partió desde Novorossiysk, Rusia, sería el primero de varios cargamentos de combustible traídos al mercado mexicano. ”El Gobierno de México, a través de su empresa estatal Petróleos Mexicanos, tiene como objetivo contener los incrementos en precios de la gasolina y el diésel por debajo de la línea de inflación (…) Un suministro de combustible más barato de Rusia podría aliviar la presión sobre las finanzas mexicanas”, señala la consultora en un informe que ha generado mucha expectación.
La gerencia del puerto de Guaymas ha negado que la carga del buque sea diésel ruso. Guillermo Von Borstel, director comercial de la Administración Portuaria Integral de Guaymas (Asipona Guaymas), ha asegurado que el buque transporta fertilizantes líquidos NPK (Nitrógeno (N), Fósforo (P) y Potasio (K)), y que si las autoridades mexicanas no le informan sobre algún embargo o restricción, permitirá el descargue en Sonora.
“El Loukas I en su pedimento de carga menciona que transporta fertilizante líquido, y este tipo de productos se manejan normalmente en este puerto. Hay una estación especializada de una empresa norteamericana que distribuye estos fertilizantes de urea y UAN 32 al norte de Sinaloa, Sonora, Baja California y Arizona”, explicó Von Borstel.
“Desconozco en qué parte del océano el buque cargó combustible, pero sería solo el combustible marino para operar la embarcación. Hay una terminal especializada en hidrocarburos operada por Pemex [en este puerto], pero no llegaron a ella. Los últimos años los buques de combustible han sido recibidos por Pemex”, añadió. El buque mercante Loukas I cuenta con 184 metros de eslora, 32 metros de manga con calado de 10,4 metros, y tiene bandera de Chipre.
El verano pasado, los países del G7 —integrado por EE UU, Alemania, Francia, el Reino Unido, Italia, Canadá y Japón— decidieron aplicar un tope a los precios del crudo ruso, y solicitaron a su vez que la medida fuera apoyada por una amplia coalición de naciones, como nuevo golpe económico a Moscú. La intención era limitar la capacidad económica de Rusia para financiar la guerra en Ucrania. “Buscamos establecer una amplia coalición para maximizar su efectividad e instamos a todos los países que todavía busquen importar petróleo ruso a que se comprometan a hacerlo a precios iguales o inferiores al del límite”, anunció en septiembre el grupo de siete países. La recepción de combustibles rusos en México podrían suponer un conflicto comercial y diplomático para el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, principalmente, con EE UU, su mayor socio comercial.