El exvicepresidente ecuatoriano, Jorge Glas, inició una huelga de hambre en la prisión de Guayaquil como protesta contra su arresto, según reveló el miércoles su abogada, Sonia Vera, en un mensaje difundido en X.
Glas, quien ya enfrenta dos condenas por corrupción y ahora enfrenta nuevos cargos, fue detenido el viernes pasado luego de que la policía irrumpiera en la embajada de México en Quito, donde se refugiaba desde diciembre.
«El asilo no me dio la libertad pero me dio la dignidad de ser un perseguido político”.
En una comunicación a través de redes sociales, Vera informó que logró establecer contacto con su cliente mediante una videollamada, durante la cual Glas confirmó su huelga de hambre y expresó gratitud por el apoyo recibido del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
«Cuatro Policías me leyeron los derechos (…) me sientan, yo estaba todo apaleado, me ponen nuevamente a leerme los derechos y yo me desvanezco. Me dicen ‘párese, párese’ y yo trataba de pararme pero no podía por la paliza que me habían dado”, comenzó diciendo en el contacto y agregó que, sobre aquel episodio, “hay dos videos: el verdadero, cuando me bajaron del carro todo torturado, como en la época de la dictadura, y este segundo video”.
La abogada también relató los eventos del viernes, cuando agentes policiales ingresaron a la embajada bajo órdenes de Daniel Noboa. Además, notificó que este jueves, Glas tendrá una audiencia programada a las 16:00 horas, donde se espera que reitere su testimonio.
Esta situación marca la primera aparición de Glas desde su descompensación el lunes en la cárcel de La Roca, donde fue trasladado a un centro de salud cercano. El Servicio Penitenciario sugirió que su descompensación fue provocada por su negativa a ingerir alimentos durante las últimas 24 horas, corroborando así su declaración de huelga de hambre. Sin embargo, la policía sugirió que pudo ser una sobredosis de medicamentos.
A pesar de esto, su estado de salud se estabilizó y fue devuelto a la prisión después de un breve período de observación en el Hospital Naval.
Mientras tanto, el exvicepresidente espera enfrentar a los jueces encargados de su tercera causa en curso, relacionada con presuntas irregularidades en el manejo de fondos para obras de reconstrucción después de un terremoto en 2016, por la cual se le ha dictado prisión preventiva.
Por otro lado, el gobierno mexicano continúa su protesta por la irrupción en su embajada y la violación de los derechos diplomáticos. Este jueves, la Organización de Estados Americanos (OEA) emitió una resolución condenatoria de los hechos, y se espera que el caso sea presentado ante el Tribunal de Justicia Internacional.