El ejército israelí anunció que había llevado a cabo un bombardeo en territorio sirio, dirigido contra infraestructura militar en respuesta a ataques previos contra Israel. La escalada de tensiones en la región ha generado preocupaciones sobre una extensión del conflicto en curso, especialmente en el contexto de las tensiones con Siria y el grupo libanés Hezbolá, respaldado por Irán.
Las fuerzas armadas de Israel emitieron un comunicado en el que se informó que «aviones de caza atacaron infraestructura militar y lanzadores de morteros pertenecientes al Ejército Sirio en respuesta a lanzamientos contra Israel el día martes».
Un portavoz del ejército israelí confirmó que el bombardeo se llevó a cabo en el territorio sirio.
Desde el inicio de la guerra entre Israel y el movimiento palestino Hamás, existe una creciente preocupación por una posible extensión regional del conflicto. Las tensiones con Siria y Hezbolá, respaldado por Irán, agregan complejidad a la situación actual.
El conflicto comenzó cuando militantes palestinos de Hamás penetraron en suelo israelí el 7 de octubre y causaron la muerte de más de mil 400 personas, en su mayoría civiles, en el primer día de los ataques. También tomaron a más de 220 rehenes en lo que se convirtió en el peor ataque en la historia de Israel.
El domingo, los ataques israelíes dejaron fuera de servicio dos infraestructuras clave en Siria, ubicadas en Damasco y Alepo, según informes de medios locales. Este fue el segundo bombardeo simultáneo contra estas infraestructuras desde el inicio del conflicto con Hamás.
A lo largo de más de una década de guerra civil en Siria, Israel ha llevado a cabo cientos de ataques aéreos en el país vecino, dirigidos contra las posiciones del ejército de Damasco, milicias proiraníes y el grupo Hezbolá. Aunque Israel rara vez comenta estos ataques, ha reiterado su compromiso de no permitir que su enemigo iraní, aliado de Damasco, aumente su presencia en Siria.