CHIHUAHUA.- El caso del joven electricista Enrique Ramírez Jasso, cuyo cuerpo fue localizado este jueves con las manos atadas, con signos de tortura y disparos, sigue en indagatorias. La principal hipótesis de las autoridades es que el asesinato fue cometido por miembros del crimen organizado.

La Fiscalía General del Estado, según adelantara su titular, Roberto Fierro Duarte, posee como principal línea de investigación la posibilidad de que el homicidio se vincule al sicariato. Sin embargo, hasta el momento no se ha esclarecido a qué grado, ni qué detonó la ejecución.

Según las versiones actuales, Ramírez Jasso, a bordo de su troca Silverado negra, se dirigió este miércoles 6 de diciembre a Vistas de San Guillermo, en el municipio de Aquiles Serdán, por cuestiones laborales. Al cabo de unas horas, su pareja perdió comunicación con él, por lo que solicitó ayuda mediante redes sociales para localizarlo.

En el transcurso del día, agentes de la Policía Municipal hallaron cerca del basurero de Chihuahua capital un carro abandonado con las placas EF-02-586, registradas a nombre de la víctima. Tras el hallazgo, se implementó un operativo de búsqueda en la región.

Al mediodía del 9 de diciembre los uniformados encontraron su cadáver maniatado, con huellas de violencia y varios impactos de bala, uno de ellos en la cabeza. Por lo demás, su vestimenta era idéntica a la del día que —se presume— fue raptado: camisa azul, pantalón de mezclilla y tenis rojos.

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