CHIHUAHUA.- Desde este jueves 1 de diciembre, al Estado de Chihuahua ingresó una nube de dióxido de azufre desprendida por la erupción del volcán Mauna Loa, en Hawái. En Ciudad Juárez la presencia de este fenómeno en el aire es de 84%. Los daños por inhalar este gas se originan a corto plazo.
Mauna Loa comenzó a expulsar lava y cenizas desde el 27 de noviembre. Desde entonces el dióxido de azufre, desde el Océano Atlántico y el Caribe, se ha esparcido por norteamérica y ha llegado a Baja California, Chihuahua, Coahuila, Durango, Sinaloa, Sonora y al este de Estados Unidos.
Las implicaciones medioambientales podrán ser percibidas en forma de calima. La exposición al dióxido de azufre puede presentarse en la respiración, en el contacto con piel u ojos, e, incluso, en el torrente sanguineo.
Entre algunas de las consecuencias para la salud, se manifiestan la dificultad para respirar, quemaduras en nariz, garganta y pulmones, ojos irritados, presión en el pecho, vómitos, náuseas, bronquitis, disminución en la fecundidad o complicaciones para respirar.
Por consiguiente, en lo que a Chihuahua concierne, se han emitido alertas y recomendaciones sobre la peligrosidad. El secretario general de Gobierno, César Jáuregui Moreno, mencionó que, en caso de requerirlo, la Coordinación Estatal de Protección Civil se encargará de informar a la población.