Ciudad de México.- Una tragedia sacude a la comunidad de Guyana después de que una estudiante adolescente fuera acusada de provocar un devastador incendio en una escuela, que cobró la vida de 18 compañeras de clase y un niño de 5 años. La joven de 15 años compareció en una audiencia virtual, donde se le imputaron 19 cargos de homicidio, tratándola como adulta debido a la gravedad de los hechos.
Según las investigaciones, la adolescente habría incendiado intencionalmente el dormitorio de mujeres
de la Escuela Secundaria Mahdia el pasado 21 de mayo, como resultado de su enojo hacia la directora, quien le había confiscado su teléfono celular.
Esta institución educativa gubernamental se encuentra ubicada en zonas remotas del suroeste del país, atendiendo a comunidades indígenas.
Durante la audiencia, a la acusada no se le permitió hacer declaraciones respecto a los cargos y continuará detenida mientras se realizan los procedimientos legales pertinentes.
Se ha programado una segunda comparecencia para el 5 de julio, donde el Estado y los abogados de la defensa determinarán si están preparados para iniciar el juicio preliminar. En caso de ser declarada culpable, la adolescente podría enfrentar una condena de por vida en prisión.
El incendio en la escuela se desató poco antes de la medianoche, dejando a más de veinte estudiantes heridas. Equipos de rescate lograron sacar a al menos 20 personas del edificio en llamas, mientras que una estudiante gravemente herida fue trasladada en avión a un hospital en Nueva York para recibir atención especializada. Las demás estudiantes han sido dadas de alta después de recibir atención médica.
Las autoridades descubrieron que las cinco puertas del dormitorio estaban cerradas con llave desde el interior, lo que dificultó el escape de las jóvenes durante el incendio.
Gerald Gouveia, asesor de Seguridad Nacional, reveló que la directora del internado había cerrado las puertas con llave para evitar que las estudiantes, cuyas edades oscilan entre los 12 y 18 años, salieran en secreto por la noche para relacionarse con hombres adultos de la comunidad minera. Sin embargo, durante la tragedia, la administradora entró en pánico y perdió las llaves mientras las llamas consumían el lugar.