Ciudad de México.- Miembros del sindicato United Auto Workers, aproximadamente unos 13 mil trabajadores, se han ido a huelga en las principales plantas automotrices de los Estados Unidos luego de que las conversaciones sindicales con las compañías no avanzaron.
Las huelgas se han iniciado en las plantas de ensamblaje de General Motors en Wentzville, Misuri; en una de Ford en Wayne, Michigan, cerca de Detroit, y en otra de Stellantis Jeep en Toledo, Ohio, pero ¿por qué en estas instalaciones?
Los trabajadores del sindicato han parado, como una primera bala de advertencia, en fábricas de modelos populares de las tres firmas representativas de Estados Unidos. Por ejemplo, en el caso de GM Wentzville en Missouri la relacionada con la producción de las pick ups Chevrolet Colorado/GMC Canyon así como las camionetas Express/Savana.
En el caso de Stellantis se apuntó a las instalaciones donde se fabrica el representativo Jeep Wrangler así como su variante electrificada Wrangler 4xe y el recién lanzado nuevo Jeer Gladiator presentado durante el Salón del Automóvil en Detroit.
En la planta de ensamblaje de Ford Michigan, solo se realiza la parte final y pintura de Ford Bronco y Ranger.
Por ahora no hay riesgo de un desabasto de estos productos, pero si la huelga se prolonga por varias semanas puede haber un impacto en la distribución de estos modelos, según han considerado especialistas de la industria.
«Los consumidores y comerciantes están, en general, relativamente protegidos de los efectos de una huelga breve«, explicó el vicepresidente de la consultora Anderson Economic Group (AEG), Tyler Theile.
Pero con inventarios que representan una quinta parte de los que tenía la industria en 2019, durante la última huelga de GM, «podrían verse afectados mucho más rápidamente» que hace cuatro años, afirmó.
Recientemente las compañías automotrices están entrando en un nuevo movimiento de stock en sus agencias previo a la pandemia. Cuando la crisis sanitaria llegó, la crisis de microprocesadores sumado con la de transporte retrasó la entrega de coches por meses creando listas de espera en las concesionarias.
GM de México confirmó a Excélsior que sus plantas seguirán operando con normalidad en nuestro país. «General Motors continuará negociando de buena fe con el Sindicato para llegar a un acuerdo lo antes posible en beneficio de los miembros del equipo, clientes, proveedores y comunidades en Estados Unidos. Mientras tanto, la prioridad de la empresa es la seguridad de la fuerza laboral«.
Por su parte, Stellantis dijo: «Estamos extremadamente decepcionados por la negativa de los líderes del UAW a participar de manera responsable para llegar a un acuerdo justo en el mejor interés de nuestros empleados, sus familias y nuestros clientes. Inmediatamente ponemos a la Compañía en modo de contingencia y tomaremos todas las decisiones estructurales apropiadas para proteger nuestras operaciones en América del Norte y a la compañía.
¿Qué piden los trabajadores de la industria automotriz en la huelga?
Los trabajadores sindicalizados consideran que merecen una mayor proporción de las ganancias en sus sueldos. La UAW exigió inicialmente un aumento salarial del 36 por ciento durante cuatro años para sus 150 mil agremiados. GM y Ford ofrecieron un 20% y Stellantis, que antes era Fiat Chrysler, un 17,5%.
Estas demandas van ligadas al tiempo que invierten los trabajadores para tratar de mantener una calidad de vida pasando hasta a 80 horas a la semana.
Además, se solicitó la eliminación de niveles entre trabajadores establecido en 2007 y que reducía el salario y las prestaciones de los empleados ingresados a las compañías después de esa fecha respecto a los que estaban antes.
Es la primera vez en los 88 años de historia del sindicato que se organiza un paro simultáneo en las tres compañías después de que los contratos de cuatro años con las automotrices expiraron a las 23:59 del jueves.
Con Información de: Excelsior.com.mx