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Chihuahua.- La magia de la Navidad se convirtió en tristeza para miles de familias que acudieron al centro de la ciudad con la esperanza de disfrutar de los adornos decembrinos. En medio de un ambiente de expectativa y emoción, los asistentes se encontraron con una amarga sorpresa: el túnel navideño instalado en la Plaza de Armas, portador del logotipo heredado por el exalcalde Marco Quezada, permaneció sin iluminación, dejando a oscuras las ilusiones de quienes esperaban un espectáculo lleno de luz y color.
El túnel, que había sido presumido en redes sociales por su diseñador y florista Betto Marques, careció del brillo que se prometía, dejando un sabor amargo a los visitantes. Durante el fin de semana, cientos de familias acudieron con el anhelo de ver el ornamento en todo su esplendor, pero encontraron un panorama sombrío que contrastó con las expectativas generadas. Los diseños a cargo de la administración de Marco Bonilla no lograron llenar las expectativas de los ciudadanos, convirtiendo lo que debería ser una celebración en un motivo de desilusión colectiva.