La crisis política peruana, ha puesto en un entredicho al gobierno del presidente López Obrador, su apoyo a Pedro Castillo, le ha generado un conflicto con el régimen en funciones, habrá que tejer fino para salir del entuerto.
Por otro lado, la guerra en Ucrania, sigue impulsando la inflación, sobre todo, de los energéticos y los granos. Tales circunstancias, tienen un efecto directo en los precios al consumidor y la historia señala que, si algo enfada al elector, es que le toquen el bolsillo.
El tema de la compra de medicamentos, es un asunto que se ha convertido en un dolor de costado para la administración, ni la ONU, ni Raquel Buenrostro, Ni Zoé Robledo, han podido con el problema. Uno de los daños colaterales, es la muerte de niños que se han quedado sin quimioterapias, la indignación, no podía ser de otra forma, es mayúscula.
El crimen organizado, controla varias zonas del territorio nacional (alrededor del 30%, de acuerdo a fuentes militares de EU), esto provoca que la extorsión y todo lo que viene añadido, asolen a millones de personas. Más allá de calificarla como una ‘herencia maldita’, la 4T no ha podido disminuir la inseguridad, es lo que registra el imaginario colectivo.
Problemas por todos lados, podríamos hacer una lista cuasi infinita.
Sin embargo, el tabasqueño está ocupado en convencer a Bad Bunny, de que ofrezca un concierto gratuito en el zócalo de la CDMX, ya que, su corazón no pudo soportar que más de un centennials llorara porque se quedó sin boleto para la presentación del boricua: ¡qué grande es Usted Señor Presidente!