De acuerdo con las estadísticas del Instituto Nacional Electoral (INE), 94 ciudadanos de cada 100 no están afiliados a ningún partido político.
Solo 6 de cada 100 personas que cuentan con credencial de elector forman parte de los padrones oficiales de los partidos.
Pero, más allá de los listados oficiales, las encuestas que ha realizado El Financiero revelan que aproximadamente el 54 por ciento de los ciudadanos se considera apartidista, es decir, no tienen simpatía por ningún partido.
Incluso, el porcentaje de los que se identifican con Morena, el más alto entre los diversos partidos, apenas llega al 25 por ciento del total.
Los que se identifican con alguna de las otras fuerzas políticas, en conjunto apenas llegan al 18 por ciento.
En cualquier caso, los apartidistas forman la mayoría de la población y, por lo tanto, serán clave para los resultados del 2024.
Por eso es de gran interés analizar lo que ocurrió con la obtención de las firmas de los aspirantes a encabezar el Frente Amplio Opositor.
El número total de firmas obtenido se acercó a 2 millones 390 mil.
De esa cifra, Xóchitl Gálvez obtuvo el 23.2 por ciento y tuvo el primer lugar.
Había tres vías para registrar la firma de respaldo. La que fue denominada “universal” o “ciudadana” pues solo requería entrar a la aplicación; la que era promovida por los propios partidos del Frente, o la que era impulsada por los promotores de los aspirantes.
En la aplicación universal o ciudadana, se captaron 952 mil firmas, casi el 40 por ciento del total, y fue la fuente de apoyo más relevante.
Del volumen de firmas ‘ciudadanas’, el 46 por ciento correspondió a Xóchitl Gálvez, quedando en segundo lugar Beatriz Paredes, con el 20 por ciento y en tercero, Enrique de la Madrid, con un 14 por ciento.
Es decir, entre los ciudadanos cuyo respaldo no fue captado por promotores o partidos, sino directa o espontáneamente, Xóchitl tuvo prácticamente el doble de respaldo que entre el total de los inscritos.
En los sondeos de opinión, que captan la opinión general, es probable que veamos crecer el porcentaje de respaldo a la senadora Gálvez en las siguientes semanas.
Y veremos qué es lo que sucede en el caso de la elección primaria, cuyo padrón básico va a ser de alrededor de 2.5 millones, formado por quienes ya manifestaron su respaldo a algún candidato o quienes se registren antes del 20 de agosto, fecha en la que habrá de cerrarse.
Xóchitl fue la candidata que recabó la menor proporción de firmas a través de promotores: solo el 5 por ciento del total, lo que es consistente con la imagen de una candidata que no tiene un aparato que la respalde y que tiene que generar un movimiento que la acompañe, lo que ha estado ocurriendo desde el mes de junio.
El resultado electoral de 2024 tendrá mucho que ver con la participación ciudadana.
El de 2018 condujo a muchas personas sin preferencia partidista a volcarse a las urnas para votar por AMLO.
El 53.2 por ciento de los votos emitidos entonces correspondió a López Obrador. En contraste, apenas el 43.4 por ciento sufragó por los diputados de Morena o sus aliados.
Es decir, alrededor de un 10 por ciento de los electores votó por AMLO, pero no lo hizo por los diputados de Morena.
Ese porcentaje de la ciudadanía no tenía inclinación por algún partido, pero quería darle la oportunidad a López Obrador de gobernar.
Si ahora Xóchitl Gálvez, ante la decepción causada por el gobierno de AMLO entre diversos grupos de la población, fuera capaz de obtener ese respaldo ciudadano, creo que las posibilidades de obtener la victoria, que hasta hace poco parecían remotas, van a crecer sorprendentemente.