Sobre la violencia indiscriminada
Es casi imposible prevenir este tipode actos, como el ocurrido en Irapuato, con simple despliegue de personal policial o militar en las calles
Un bar, una banda de pistoleros, decenas de balas, tres heridos, una docena de muertos.
Esto sucedió el sábado en Irapuato, Guanajuato, a eso de las 8:30 de la noche, en un sitio conocido como El Texano. No se conocen aún muchos detalles sobre la masacre, pero un hecho destaca en todas las notas de prensa: la balacera fue indiscriminada. O como lo describe una crónica en el diario El País “abrieron fuego contra todo y contra todos”.
¿Por qué hace una persona algo así? ¿Por qué no parece haber ni el menor intento por limitar y focalizar el uso de la violencia? ¿Por qué disparar a mansalva en contra de una pequeña multitud?
No tengo una buena respuesta a esas interrogantes, pero me permito aventurar algunas hipótesis.
En primer lugar, la violencia indiscriminada ofrece algunas ventajas tácticas para los asesinos. El ataque es más rápido, la probabilidad de reacción de los agredidos o terceros es más baja, la fuga es más expedita. Tiene el inconveniente de no poder verificar la muerte del blanco o los blancos principales, pero la posibilidad de supervivencia disminuye a casi cero con suficientes balazos.
Segundo, es posible que se busque algún tipo de efecto propagandístico o comunicacional. La persona o el grupo que comete u ordena un acto de esta naturaleza probablemente busque mandar un mensaje con balas, dejar en claro que su brutalidad no tiene límites. Una reputación de ferocidad puede ser un activo importante en el submundo criminal.
https://www.eluniversal.com.mx/opinion/alejandro-hope/sobre-la-violencia-indiscriminada