El peso tuvo ayer jueves su mayor pérdida frente al dólar desde el 15 de marzo, con lo que hiló cuatro sesiones con retrocesos.
De acuerdo con datos de Banxico, el dólar al mayoreo cerró la sesión del jueves en 17.2849 pesos a la venta, lo que significó una depreciación para la moneda mexicana de 1.48%, la más alta desde el retroceso de 1.95% del 15 de marzo pasado, mes en el que se creó una turbulencia financiera en Estados Unidos por la quiebra de tres bancos regionales.
En las últimas cuatro sesiones, el peso perdió 3.67%, aunque en lo que va del año ha ganado 11%. El avance de la moneda nacional se ha debido a tres principales factores, según el grupo financiero Base:
- Los flujos de dólares que llegan del exterior por exportaciones, remesas e inversión extranjera directa.
- La alta tasa de interés de Banxico, que mantiene un amplio diferencial con la de Estados Unidos, lo que vuelve a México un país atractivo para invertir por el mayor premio que reciben los inversores.
- La preferencia a nivel internacional por invertir en monedas que tengan una buena perspectiva, entre otras razones, porque se espera que con el nearshoring entre una mayor cantidad de divisas al país.
¿Por qué se depreció el peso recientemente?
La moneda mexicana es impactada fundamentalmente por la rebaja de la calificación crediticia de Estados Unidos por parte de Fitch.
La agencia, que evalúa la capacidad de pago de países, gobiernos locales y agentes económicos, previó esta semana un deterioro fiscal en ese país en los próximos tres años y observó una carga de deuda gubernamental alta y creciente, así como una erosión de la gobernabilidad.
Al perder la máxima calificación crediticia de Fitch (la AAA), como le ocurrió con la agencia S&P en 2011, a Estados Unidos le saldrá más caro endeudarse.
El sentido común llevaría a pensar que la mala noticia que le dio Fitch a Estados Unidos debería implicar un debilitamiento del dólar, pero no se debe olvidar que el billete verde cotiza con todas las monedas del mundo, por lo que dependiendo del país y de su interacción con la economía estadounidense es como se comporta la paridad cambiaria, explica a Forbes México el director de análisis económico de CI Banco, Jorge Arturo Gordillo.
“En el caso de México, todo lo que le pase mal a Estados Unidos nos repercute negativamente, si le va mal a Estados Unidos nos va a ir mal a nosotros”, indica.
“La moneda mexicana es de las que más se ha depreciado (tras el anuncio de Fitch) por la relación tan cercana que tenemos con Estados Unidos. Cuando hay una euforia por algo que dice el banco central de Estados Unidos, o cuando sale un buen dato (económico) se genera mucho optimismo y la moneda mexicana es la que más se aprecia”, agrega.
A pesar de la rebaja de la calificación a Estados Unidos, el mercado seguirá considerando los activos financieros de ese país como si fueran AAA porque son los que más abundan y los fondos invertidos no tienen a dónde irse porque ya son muy pocos países los que mantienen la máxima calificación crediticia, refiere Gordillo.
El analista prevé que el retroceso del peso será temporal, por solo unos días, pues se trata de un episodio de volatilidad, como el que se registró en marzo por la quiebra de bancos en Estados Unidos.
“Lo que nos hace ver este tipo de fenómenos es que el riesgo en Estados Unidos, sobre todo en la economía, sí tiene un impacto directo sobre el tipo de cambio”, subraya.
“Esta situación que está pasando (en Estados Unidos) no creo que sea tan trascendente (para el tipo de cambio). Se borrará de la mente de los inversionistas y no creo que sea este el cambio en la tendencia de apreciación del peso”, añade.
Gordillo estima que el tipo de cambio se ubicará de nuevo debajo de los 17 pesos por dólar: “Todavía hay cosas que tenemos que ver para decir que podemos esperar un ajuste un poco más constante y eso a lo mejor no lo vamos a ver hasta septiembre, octubre o hasta finales de año”.
El analista prevé que el tipo de cambio estará debajo de los 19 pesos por dólar el resto de este año y el próximo, a menos que haya una recesión o que Donald Trump tenga altas probabilidades de ganar en las elecciones en Estados Unidos, “eso sí podría generar más ruido”.
La más reciente encuesta quincenal de Citibanamex entre grupos de análisis prevé que el tipo de cambio cierre 2023 en 17.95 pesos por dólar y en 19.03 unidades para el cierre del próximo año.
Por otro lado, en la más reciente encuesta mensual de Banxico, los analistas consultados pronostican que el dólar se ubicará a finales de este año en 17.90 pesos, y en 19 unidades para el cierre de 2024.
El grupo financiero Base refiere que si hay factores que causen una aversión al riesgo global, o elementos que causen miedo sobre México, el tipo de cambio podría alcanzar un mínimo en el año de 16.40 pesos por dólar.
La incertidumbre sobre EU pega al peso
La depreciación del peso de los últimos días muestra la integración que hay entre las economías de Estados Unidos y México, y por otro lado los inversionistas se vuelven más cautelosos ante la incertidumbre sobre los efectos de la medida de Fitch, por lo que han abandonado instrumentos que implican más riesgos para ir en busca de los más seguros o de refugio, de acuerdo con la directora de análisis económico del grupo financiero Monex, Janneth Quiroz.
“Lo que estamos viendo es un incremento de la incertidumbre sobre cuáles serán las implicaciones de este evento que los mercados claramente no habían descontado, de ahí que haya causado sorpresa y estos movimientos”, explica a Forbes México.
Otro factor en la depreciación reciente del peso es la publicación esta semana del comportamiento del empleo privado en Estados Unidos durante julio, que fue superior a lo que esperaba el mercado, agrega la especialista.
“Hay una gran sensibilidad sobre los indicadores económicos de Estados Unidos, particularmente los del mercado laboral y los de inflación, para tratar de anticipar los siguientes pasos de la Fed”, expone.
El que haya salido tan bien el reporte de empleo privado en julio (324 mil puestos, cuando el mercado estimaba 189 mil) muestra que la economía estadounidense sigue muy caliente, lo que podría impulsar la inflación, por lo que no se descarta que el banco central concrete una alza más a su tasa de interés, lo que reduciría el diferencial de tasas entre Estados Unidos y México, señala.
Quiroz recuerda que muy temprano este viernes se publicarán las cifras de creación de empleo total en julio en Estados Unidos, lo que podría ser un catalizador para el tipo de cambio.
“Si sale muy bien el dato, podría continuar la depreciación del peso y si sale por debajo de lo que se espera, podríamos ver un regreso del tipo de cambio, pero acotado”, apunta.
Por otro lado, la próxima semana se publicará el dato de inflación de Estados Unidos durante julio, indicador que junto con el de empleo es seguido de cerca por el mercado para anticipar los posibles pasos siguientes de la Fed.
“Hemos visto cómo estas dos variables han movido a los mercados en los últimos meses, están muy pendientes de cómo estos resultados podrían afectar la decisión de la Fed sobre sus acciones”, agrega Quiroz.