PAUSA.MX

Entre marzo y abril de 2024, seis de cada 10 mexicanos adultos consideraron corruptos a los jueces, de acuerdo con una medición del Instituto Nacional de Estadística, es decir, el 64.6%.

Lo anterior deja fuera de toda duda la inaplazable reforma judicial aprobada por el Congreso y promulgada por el presidente Andrés Manuel con Claudia Sheibaum como la testigo, a pesar de que la intransigente jueza Norma Piña dio su brazo a torcer y tardíamente buscaba “negociar la reforma” y López Obrador accedió gustoso pero con Luisa María Alcalde como representante del Ejecutivo. Y la iracunda se inconformó y echó a andar la protesta de sus subalternos, sindicalizados y de confianza, y ahora no sabe cómo desmovilizarlos porque exigen al Consejo de la Judicatura soluciones a sus demandas laborales. Le salió el tiro por la culata a Piña, los liderazgos no se inventan ni los movimientos se integran al gusto de la “lideresa”.

Jueza Piña porque todos juzgan, en niveles distintos, igual que todos los integrantes del Ejército son soldados, incluido el secretario Luis Cresencio Sandoval y el marino Rafael Ojeda Durán, más allá de las jerarquías, a las que está acostumbrada la ministra presidenta, quien de acuerdo al testimonio del entonces senador Armando Ríos Piter fue la aspirante que obtuvo las más bajas calificaciones en el Senado para ocupar el cargo de ministra. ¡Visionarios!

En contraste con la percepción ciudadana sobre los jueces y la corrupción, la encuesta del INEGI documenta que éstos se colocaron en el séptimo lugar con 64.6%, después de la Marina (89.3%); el Ejército (86.7%), la Guardia Nacional (80.6%, con apenas cinco años de vida) y la Fiscalía General de la República (65.1%), como las autoridades a las que la población les tiene mucha o algo de confianza. Los togados sólo están por encima de la policía de tránsito con 72% de identificación como corruptos, pero los amos y señores de la Suprema Corte no se daban por enterados o fingían muy bien.

La magnitud y profundidad de la corrupción judicial la describe el principal impulsor de la reforma, a contrapelo de los súper privilegiados ministros, al postular que se erradicará la intromisión de la oligarquía en el Poder Judicial, porque en la actualidad la justicia es para quienes tienen influencias, tanto personajes del crimen organizado como de la delincuencia de cuello blanco, pues con la elección de jueces, magistrados y ministros, éstos no le deberán el cargo a nadie.

La prospectiva presidencial es que las potencialidades de los cambios permiten prever que en una década la justicia en México estará mejor, el gradualismo obedece a que en la actualidad el Poder Judicial “está tomado, secuestrado, y está al servicio de una minoría y de la delincuencia, por eso no se imparte justicia pronta, expedita”; postuló el presunto dictador que se niega a seguir nombrando a los ministros con el aval del Senado.

Se trata (AMLO dixit) de un poder anónimo en el que se supone que el Consejo de la Judicatura es la instancia encargada de sancionar el mal desempeño de sus miembros y esto no ocurre en los hechos porque durante años no ha habido un solo juez sancionado, aun cuando incurren en prácticas ilegales e indeseables, que incluso privilegian el interés de integrantes del crimen organizado con las aberrantes prácticas de los sabadazos porque hoy del total de procesados cuya liberación ordena el Poder Judicial, 70 de cada 100 ocurre los fines de semana, con el agravante de que cada vez se reducen más los plazos para que los funcionarios de los cárceles federales dejen en libertad a los reos hasta en una hora.

Acuse de recibo

Desapareció en términos legales el Partido de la Revolución Democrática 35 años después de fundado y con ese motivo Ángel Ávila Romero, representante ante el INE, recordó lo que otros prefieren olvidar: “este registro pertenece al Partido Comunista Mexicano (PCM), y por último al PRD, donde hubo figuras que no sólo pusieron todo su empeño y esfuerzo por verlo nacer, sino que dieron su vida e incluso fueron encarcelados por perseguir sus ideales”… En efecto, el testimonio documental dice: “La Comisión Federal Electoral, en su sesión del día 3 de mayo de 1978 acordó por unanimidad de votos de sus integrantes expedir el siguiente CERTIFICADO: Se concede al ‘Partido Comunista Mexicano’ su Registro Condicionado al Resultado de las Elecciones Federales de mil novecientos setenta y nueve. México D.F., a 3 de mayo de 1978. El Secretario de Gobernación y presidente de la Comisión Federal Electoral Lic. Jesús Reyes Heroles. El Secretario Not. Pub. Lic. Alfonso Román Talavera”. El registro definitivo lo recibió el PCM el 31 de agosto de 1979 al obtener el 5.1 por ciento de la votación… El 12 de enero de 2025 será el centenario de Arnoldo Martínez Verdugo, leerlo es uno de los homenajes que se le puede rendir al líder de los comunistas de 1960 a 1981.

Por AL PE

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