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Miles de ciudadanos surcoreanos se congregaron en Seúl, frente a la Asamblea Nacional, tras la destitución del presidente Yoon Suk Yeol por parte del Parlamento. La decisión se dio en medio de una crisis política marcada por la implementación de la ley marcial, decretada por Yoon en respuesta a las tensiones con la oposición.
La medida fue revertida rápidamente por el Legislativo, pero desencadenó manifestaciones masivas tanto en apoyo como en contra del mandatario. Según las estimaciones de la Policía, unas 150,000 personas participaron en las protestas, mientras que los organizadores reportaron una asistencia de hasta un millón.
El primer ministro, Han Duck-soo, asumió como presidente interino mientras el Tribunal Constitucional evalúa si ratifica o no la decisión parlamentaria. En caso de confirmarse la remoción de Yoon, el país deberá convocar elecciones presidenciales en un plazo de 60 días.