En el audio: el padre Javier Ávila Aguirre.
CHIHUAHUA.- Después de ejecutar a un civil y a los sacerdotes Javier Campo Morales y Joaquín César Mora Salazar, José Noriel Portillo Gil, alias El Chueco, no realizó una confesión sacramental con Jesús Reyes, otro sacerdote de la iglesia de Cerocahui. Así descartó el padre Javier Ávila Aguirre.
El «Pato» Ávila —como le apodan— manifestó que sus confesiones a medios de comunicación se malinterpretaron. Cuando él mencionaba que El Chueco no atentó contra la vida de Reyes y se «confesó» con él, se refería a que el rostro del sicario parecía afligirse como si ese fuera el caso. Lo que en realidad paso —señaló— fue que platicaron.
Asimismo, negó que los residentes de Cerocahui fueran amenazados. Más bien, se corrigió, sólo fueron alertados a que no dijeran nada sobre lo ocurrido hasta que fuera información oficial. En ese sentido, negó que la Comunidad de Jesús se haya retirado o se vaya a retirar de la zona rural. Seguirán oficiando, dejó en claro.
Dio a conocer que se reunirá en próximos días con Luis Gerardo Moro Madrid, provincial de México, para abordar la pérdida de Campo Morales y Mora Salazar, cuyos cuerpos, hasta el momento, no han sido localizados desde que El Chueco, capo de Gente Nueva, grupo del Cártel de Sinaloa, se los robara de la escena del crimen.