Mimado por la Legislaturas 54 y 55, la L56 prepara aplastar —como Maquiavelo describe la venganza ligera— al fiscal de Morelos, Uriel Carmona, quien cometió un solo error como tal, siendo todo lo demás consecuencias políticas.
En la L54 —compuesta por 14 diputadas y seis diputados— el zar anticrimen que no fue, contó con el respaldo de los diputados Alejandra Flores, José Casas, Elsa Delia González, Keila Figueroa, Maricela Jiménez, Rosalina Mazari, Rosalina Rodríguez, Tania Valentina Rodríguez, Cristina Guevara, Nieves Sánchez y Xochiquétzal Sánchez. En la L55 la bancada que defendió y protegió a Carmona fue integrada por Andrea Valentina Guadalupe Gordillo, Ángel Adame, Alejandro Martínez, Pancho Sánchez, Macrina Vallejo, Paola Cruz, Alberto Sánchez, Verónica Anrubio, Agustín Alonso, Óscar Cano, Eliasib Polanco, Julio César Solís, Tania Valentina Rodríguez y Juan José Yáñez y los tres que sucedieron a éste, tras su fallecimiento.
Ambas legislaturas trataron mejor al fiscal que al gobernador, y no por sus virtudes personales ni institucionales. Aún cuando de la Legislatura 56 que se estrenó el domingo 1, Carmona podría seguir contando con el respaldo de Luz Dary Quevedo, Tania Valentina Rodríguez, Andrea Valentina Guadalupe Gordillo, Pancho Sánchez y Alberto Sánchez —aliados suyos desde seis y tres años antes—, hay mayoría calificada para destituirlo.
Su primer grupo subordinado no lo trató bien presupuestalmente, pues Cuauhtémoc Blanco lo prohibió, pero sí el segundo. Le ministró éste recursos extraordinarios para la adquisición de un helicóptero que no compró y para el pago de pensiones que ha incumplido. No puede decir el nieto de don Manuel Gándara que ha hecho su trabajo, porque esos pendientes son parte de sus responsabilidades institucionales. La L56 desde antes de conocer su composición, es más, antes de que los diputados fueran candidatos, y más aún en la campaña por la presidencia de la República y la gubernatura, fue uno de los temas de agenda política que el padre del pensamiento político moderno instruyó hace 511 años.
En noviembre hará dos años que Uriel Carmona cometió su único error político como fiscal general, en la inteligencia de que los demás, que son muchos, son consecuencias. No debió él salir a dar los resultados de la necropsia de la joven Ariadna Fernanda [†], sino su jefe de la morgue. Si después la jefa de Gobierno y la fiscal de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum y Ernestina Godoy, contradijeron la versión de broncoaspiración consecutiva a intoxicación etílica, calificado el deceso como feminicidio, Carmona debió abrirse al diálogo para contrastar pruebas, no reñir.
Las lecturas políticas de todo nivel, entonces, era que Sheinbaum era el reemplazo idóneo que necesitaba el presidente López Obrador. Es increíble que Carmona no diera ese mismo valor a las lecturas prelectorales. A la primera respuesta errática políticamente de Carmona, la maquinaria cuatroteísta se le fue con todo. Y todo por obtener buena prensa —que consiguió menos de 24 horas— e intentar hacerse pasar como un eficaz investigador que procuraba justicia dando resultados, sin oponerse nadie de su equipo político y comunicacional que debió calcular los efectos.
Sobrevino entonces un infierno. Incluso el inquilino de Palacio Nacional, en su conferencia a medios, se ocupó del tema. El domingo, durante el estreno de la Legislatura 56 en la Cámara de Diputados, al zar anticrimen que no fue, se le notó molesto, respondió algunas preguntas con frases cortas y monosílabos. Una reportera le gritó, exigiéndole respuestas. Un único error político lo tiene con un pie fuera de Apatlaco 165.
Aquí se advirtió, sólo atendiendo al rigor periodístico, tres días después de su deceso, que el asunto Ariadna Fernanda estaría en la campaña electoral. Hoy es tema poselectoral nacional. La única manera de evitar su defenestración, es que Carmona presente su renuncia, derrotado.
letraschiquitas
El presidente municipal de Cuautla, Rodrigo Arredondo —en realidad quien manda es su esposa, Araceli García—, despidió abusiva por injustificadamente a una agente de la policía municipal, que, además, padece cáncer, sin pagarle liquidación, vacaciones ni aguinaldo. De haber actuado con dolo, la pareja presidencial debía ir a prisión***. Los diputados federales de Morelos por MORENA y Partido Verde, Ariadna Barrera, Sandra Anaya, Juan Ángel Flores, Agustín Alonso chico y Cindy Winkler, incumplieron sus ofertas de diálogo con la ciudadanía, al encerrarse ayer en un búnker con policías armados y tanquetas de guerra***. La morelense Magda Salgado representa los estados de Aguascalientes, Coahuila, Guanajuato, Nuevo León, San Luis Potosí, Tamaulipas y Zacatecas, no a Morelos, al igual que diputade LGTBIQ+, Cuauhtémoc Blanco, plurinominal por Baja California, Baja California Sur, Chihuahua, Durango, Jalisco, Nayarit, Sinaloa, Sonora***. Un asistente del Senado mostró cómo se utiliza la computadora portátil del salón de plenos, al cenador Víctor Mercado.