Ciudad de México, 17 de enero del 2023.- Las fiestas decembrinas terminaron y con un nuevo año, vienen renovadas fuerzas para cumplir con aquellos propósitos que tal vez no han terminado por verse concretados, ya sea desde inscribirse al gimnasio, hasta seguir esa dieta para bajar de peso con la firme idea de tener un inicio de año más saludable.

Sin embargo, bajar de peso más allá de un propósito de año nuevo tiene una importancia mayor, simplemente el 75% de la población adulta en México presenta sobrepeso u obesidad y se estima que seguirá en aumento ante los estilos de vida que ya están más arraigados en la población.

No sólo eso, la obesidad es una enfermedad crónica que incrementa la mortalidad y predispone a la población a otras patologías, como la diabetes, hipertensión arterial y dislipidemia, de ahí su importancia de tomarla como un pilar fundamental para una vida sana.

“La obesidad y el sobrepeso es uno de los problemas de salud más graves y de mayor crecimiento en los últimos años”, comentó la doctora Carmen Celeste Rosas, Medical Manager de Merck. “Es importante que podamos ver este problema desde una perspectiva más amplia, ya que no solo impacta en la parte de salud, afecta la parte emocional, estética y psicológica”, finalizó.

En ese sentido, existen varios puntos clave que debemos considerar, que incluyen los trastornos psicológicos como ansiedad o depresión, según un estudio el 60% de los pacientes que presentan obesidad o sobrepeso, tienen una prevalencia de un trastorno mental asociado como la ansiedad (35%) o depresión (30%).

Otro de los graves problemas está relacionado con el hambre emocional, donde las personas sienten una gran necesidad de comer de forma descontrolada, esto sin tener hambre, suprimiendo las emociones negativas como la tristeza o el miedo, así como la soledad. Todo esto nos deja ver que la obesidad es un conjunto de problemas de salud que deben atenderse de manera multidisciplinaria.

“Hoy en día existen fármacos que controlan el hambre y evitan los antojos sin generar dependencia, estos funcionan como un complemento de una dieta balanceada y un aumento de la actividad física, con ello se puede alcanzar el objetivo a través de un tratamiento integral enfocado en la pérdida de peso”, comentó la doctora Carmen Celeste Rosas, Medical Manager de Merck.

Estos medicamentos actúan a nivel nervioso central, principalmente el sistema hipotalámico de hambre y el sistema mesolímbico de la recompensa, regulando la conducta alimentaria, controlando el gasto energético y con ello, el peso.

Con esto en cuenta, el camino a una vida saludable, de acuerdo con la OMS, consiste en:
Aumentar el consumo de frutas y verduras, así como de legumbres, cereales integrales y frutos secos
Realizar una mayor actividad física periódica (60 minutos diarios para los jóvenes y 150 minutos semanales para los adultos).
Acudir regularmente con médicos especialistas que identifiquen comorbilidades asociadas dentro de un paciente con obesidad.
En este inicio de año es el momento idóneo de darle prioridad a uno de los propósitos más importantes como lo es el bajar de peso, donde llevando una alimentación equilibrada y nutritiva, una mayor actividad física y consultas recurrentes con especialistas, se pueden detectar patologías y evitar que se agraven con el paso de los meses.

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