Cuatro jóvenes jugadores de categorías inferiores del Real Madrid fueron acusados de difundir un video de carácter sexual con una menor de edad.
A mediados de septiembre, la Guardia Civil anunció que había detenido a tres de los jugadores, tras una denuncia presentada por la madre de la víctima, de 16 años, por su implicación en la «difusión de un video con contendido sexual con una menor».
Los sospechosos, de 21 y 22 años, fueron detenidos en el centro de entrenamiento del club madrileño.
Liberados tras su interrogatorio, fueron posteriormente acusados, junto a un cuarto jugador, por los hechos, precisando que se había examinado el contenido de sus teléfonos móviles.
La Guardia Civil no reveló la identidad de los jugadores, pero el Real Madrid informó:
«Un jugador del Castilla y tres jugadores del Real Madrid C han prestado declaración ante la Guardia Civil en relación a una denuncia por la supuesta difusión de un video privado por WhatsApp».
Según medios locales, el principal sospechoso, que juega en el Real Madrid C, presuntamente filmó una relación sexual consentida con la joven, sin pedirle consentimiento, y luego envió el vídeo a los demás acusados.
Una segunda víctima, mayor de edad, también presentó denuncia, informó la Guardia Civil, pero sin proporcionar más detalles.
Estos hechos se conocieron en plena crisis del futbol español, provocada por el beso forzado de Luis Rubiales, entonces presidente de la Federación Española de Futbol, a la jugadora Jennifer Hermoso durante la ceremonia de entrega de medallas después del título mundial logrado por La Roja en Sídney.