La Corte Suprema de Estados Unidos impuso el jueves límites a la autoridad del gobierno federal para emitir normas de gran alcance para reducir las emisiones de carbono de las centrales eléctricas, en un fallo que socavará los planes del presidente Joe Biden para hacer frente al cambio climático.
El fallo del tribunal, por seis votos contra tres, restringió la autoridad de la Agencia de Protección Ambiental (EPA) para regular las emisiones de gases de efecto invernadero de las centrales eléctricas de carbón y gas existentes, en virtud de la histórica ley anticontaminación sobre aire limpio. El gobierno está trabajando actualmente en una nueva normativa.
Los seis conservadores del tribunal fueron mayoría en la decisión redactada por el presidente de la Corte Suprema, John Roberts, y los tres liberales disintieron.
«El presidente Biden no cejará en el uso de las autoridades que tiene por ley para proteger la salud pública y hacer frente a la crisis del cambio climático», dijo un portavoz de la Casa Blanca.
Es probable que el fallo tenga implicaciones más allá de la EPA, ya que plantea nuevas cuestiones legales sobre cualquier decisión importante tomada por las agencias federales. La mayoría conservadora de la Suprema ha dado muestras de un escepticismo permanente respecto a la expansión de la autoridad reguladora federal.
Los jueces revocaron una decisión de 2021 de la Corte de Apelaciones del Distrito de Columbia que había anulado la norma de Energía Limpia Asequible del expresidente republicano Donald Trump.
Esa norma, que el Gobierno de Biden ha dicho que no tiene intención de mantener, impondría límites a una disposición de la Ley del Aire Limpio llamada Sección 111 que otorga a la EPA autoridad para regular las emisiones de las centrales eléctricas existentes.
El fallo se basó en lo que se denomina la doctrina jurídica de las «cuestiones importantes», que exige la autorización explícita del Congreso para actuar en cuestiones de gran importancia e impacto social.
En enero, los jueces adoptaron esa teoría cuando bloquearon la política de «vacuna o examen» del gobierno Biden para las grandes empresas, un elemento clave de su plan para combatir la pandemia del COVID-19.
La decisión limitará la capacidad de la EPA para emitir cualquier normativa sobre las centrales eléctricas que impulse un ambicioso cambio nacional en la política energética hacia las fuentes renovables.
Roberts escribió que, si bien limitar las emisiones de carbono a un nivel que obligue a una transición energética a nivel nacional podría ser una solución política sensata, «no es plausible que el Congreso diera a la EPA la autoridad para adoptar por su cuenta tal esquema regulatorio».
El gobernador de California, Gavin Newsom, dijo que el Tribunal Supremo «se puso del lado de la industria de los combustibles fósiles, amputando la capacidad básica de la EPA para hacer frente al cambio climático».
El Gobierno de Biden quiere que el sector energético estadounidense esté descarbonizado para 2035. Estados Unidos, sólo por detrás de China en cuanto a emisiones de gases de efecto invernadero, es un actor fundamental en los esfuerzos por combatir el cambio climático mundial.