El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) asegura que Tesla y otras armadoras apuestan a invertir en el llamado corredor TMEC por las buenas condiciones para hacer negocios, algo que no tienen los estados del sur-sureste de México.
“Las inversiones del sector automotriz se llevan a cabo en una región que pudiera llamarse el corredor TLCAN o TMEC. Es decir, de Puebla hacia el norte. La decisión e insistencia de Tesla confirma entonces la preferencia geográfica de muchas otras”, dice el organismo dependiente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE).
En los estados de la región señalada y en aras de aprovechar las condiciones del Tratado ente México, Estados Unidos y Canadá (TMEC) hay plantas de ensamblado de vehículos de Audi, BAIC Group, BMW, Ford, General Motors, Honda, Hyundai, JAC, Kia, Mazda, Nissan, Nissan, Daimler, Stellantis, Toyota y Volkswagen, detalla la institución encargada de elaborar análisis e investigación de la coyuntura económica de México.
Según el CEESP, las condiciones para hacer negocios en las entidades del corredor TMEC son mejores que en los estados del sur de la República Mexicana.
Así, Baja California, Coahuila, Nuevo León, Aguascalientes, Guanajuato, San Luis Potosí, Puebla, Morelos, Estado de México, Querétaro e Hidalgo han logrado consolidarse como parte de el corredor TMEC, con el arribo de inversiones del sector automotriz.
Toda esta región cuenta con infraestructura, conectividad, logística, así como una actitud y políticas favorables de las autoridades y la población hacia la inversión, añade el centro de estudios.
“Sería deseable que este tipo de inversiones se situaran en el sur-sureste, como lo expresó el presidente de la República, afirmando inicialmente que no se permitiría la instalación en Nuevo León”, señaló el órgano asesor en materia económica del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) y de empresas de primer nivel en México.
El organismo a cargo de Carlos Hurtado López señaló que Tesla se negó a aceptar la orden presidencial, ya que apostó por su propuesta y finalmente se concretó su llegada a Nuevo León y no al sur-sureste.
El veto por la escasez de agua fue considerado en un par de ocasiones por el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien terminó por ceder y anunciar que la nueva planta de Tesla, propiedad de Elon Musk, se instalará en la zona metropolitana de Monterrey.
“Evidentemente, para el desarrollo del sur-sureste, ausente desde el comienzo del desarrollo industrial relacionado con el TLCAN (Tratado de Libre Comercio de América del Norte), sería deseable que las inversiones se llevaran a cabo ahí”, afirma el CEESP.
Añade que la región requiere de muchos elementos, como responsabilidad del Estado, mejor infraestructura, logística, comunicaciones, conectividad, seguridad de energía eléctrica, regulaciones adecuadas y Estado de derecho, además de actitud positiva de autoridades y población ante la inversión. Todo eso sí hay en el corredor TMEC, insistió.
“Varios de esos elementos son de inversión pública, que ha caído sustancialmente, salvo en los proyectos insignia del sector público se han concentrado en unos cuantos como el Aeropuerto Felipe Ángeles, el Tren Maya y la refinería de Dos Bocas”, expresa el CEESP.
Al respecto, la institución advirtió que hay riesgo de el valor neto para la población de esos proyectos sea negativo a la larga y se terminen convirtiendo en “elefantes blancos”, ya que carecen de los estudios de rentabilidad social que exige la Ley de presupuesto.
“El costo de los proyectos de inversión insignia del gobierno ha sido sustancial y para sufragarlos sin afectar las finanzas públicas de manera exagerada s han escatimado recursos para otros fines, que muy probablemente serían más necesarios para el bienestar de la población como salud, seguridad y educación públicas”, sostiene.
“Es fundamental que el gobierno dé mejores señales para que la inversión se reactive en el país y particularmente en el sur-sureste mediante un discurso más amigable y políticas que promuevan un mejor ambiente para invertir”.
“Mejor infraestructura, logística y conectividad son requisitos para reducir los costos de operación de la economía, además de más seguridad pública, mejor regulación, apego al Estado de derecho y eliminación de la extorsión”, plantea el CEESP.