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Pobladores de Guadalupe y Calvo y zonas aledañas han reportado múltiples enfrentamientos armados entre bandas rivales de la delincuencia organizada. El más reciente ocurrió este fin de semana en la comunidad de Dolores, cuando los responsables desataron un intercambio de balas en plena luz del día. Y las familias del lugar, temerosas por su integridad, piden auxilio a las corporaciones de seguridad.
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Los disparos —según la versión de los habitantes— se escucharon durante todo el día, y fue notoria la ausencia de las corporaciones de seguridad, porque ningún elemento de la Secretaría de la Defensa Nacional o la Guardia Nacional intervino en el conflicto. Pareciera que los han abandonado, perciben.
La región padece las consecuencias de la disputa entre La Línea y el Cártel del Sinaloa, cuyos miembros operan por la zona serrana. Constantes toques de queda, constantes balaceras; factores que han dejado cientos de víctimas, y no sólo los muertos, sino también aquellas personas que se han visto en la necesidad de abandonar sus hogares para protegerse de la violencia. Hay grabaciones de días recientes que evidencian las detonaciones.
Interrogado sobre el panorama de inseguridad, el fiscal general César Jáuregui declaró que las autoridades se encuentran en la fase de recabar información, mientras que los agentes operativos recibieron la instrucción de acudir a Guadalupe y Calvo para disminuir los índices delictivos. Reconoció, mientras tanto, que la población ha externado su inquietud.
Jáuregui descartó la semana pasada que el municipio atraviese por una nueva crisis de desplazamiento forzado, a pesar de las amenazas frecuentes hacia la gente. Sin embargo, quienes revelaron la crisis en Dolores manifestaron también que hay familias y familias que han sido víctimas de este delito.
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