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Ciudad de México.- Una avalancha de testimonios del personal de la salud en Colombia ha surgido durante la última semana luego del suicidio de una residente de cirugía en Bogotá. Estudiantes y egresados aseguran que el maltrato a estudiantes y médicos es un problema sistemático, que se transmite de generación en generación y que se experimenta prácticamente en todo el gremio. Incluso el presidente del país se pronunció y pidió nuevas políticas al ministerio de Salud e investigaciones formales.

Sobrecarga laboral, maltrato psicológico y actividades humanamente imposibles son las quejas más recurrentes que se han hecho públicas a través de las redes sociales, durante los últimos días, por parte del personal médico en Colombia.

Esta oleada de testimonios surgió en el país sudamericano desde, el 17 de julio, luego de conocerse el suicidio de la médica Catalina Gutiérrez Zuluaga, una residente de cirugía, de 25 años.

A puño y letra, la joven estudiante dejó una nota corta para darle ánimo a sus compañeros de residencia de la Universidad Javeriana de Bogotá, en la cual adelantaba sus prácticas profesionales.

Gracias a todos los residentes, de cada uno me llevo todas sus enseñanzas. Siempre los llevaré en mi corazón. Ustedes sí pueden, ánimo”.

El mensaje, que rápidamente inundó redes sociales y medios de comunicación, sacó a la luz otros testimonios de estudiantes y egresados, que coinciden en denunciar lo mismo: comportamientos abusivos en facultades de medicina y hospitales de todo el país. Muchas de ellos de tiempo atrás.

Denuncian inacción y represalias 

Es una cadena perpetrada por profesores que también fueron maltratados”, dijo a France 24 Karen Benavides, médica residente que se sumó a una velatón en Bogotá, un homenaje público a Gutiérrez en el que, con velas, flores y carteles, cientos de personas recordaron su memoria y pidieron que se eviten nuevos casos como estos.

El gremio se excusa en la excelencia de formar a los mejores profesionales. Pueden formar mejores profesionales, pero la forma de hacerlo es escuchándonos, llegando a acuerdos y a entornos de respeto, que no existen”, aseveró Benavides.

Otra asistente al homenaje, Cindy Rodríguez, relató que el año anterior denunció a uno de sus profesores del programa de pediatría y, afirma que como represalia, se le prohibió hacer procedimientos en la unidad de cuidados intensivos.

Rodríguez denunció que este tipo de prácticas son comunes y que ha informado a las directivas de su universidad sin obtener ninguna solución.

Cada uno de nosotros siente esta historia como propia (la de Gutiérrez). Realmente el maltrato más constante en las residencias no es la sobrecarga, sino los comentarios pasivo agresivos y ofensivos, así como que te pongan cosas de especialistas cuando tú estás en primer año y obviamente no vas a poder resolver

Agregó, que el caso de Catalina no era un hecho aislado.

Otra historia, con referencia al mismo tema, que se hizo viral fue la del famoso médico e influenciador en Colombia, Carlos Jaramillo, quien contó en su Instagram que también sufrió de maltrato en la Universidad Javeriana y recalcó que es un problema de distintas universidades.

Jaramillo aseguró que cuando intentó denunciar lo que sucedía, recibió distintas represalias que lo hicieron arrepentirse de interponer una denuncia formal ante la justicia, dijo:

Es gente que dentro del gremio empiezan a adquirir mucho poder. A mí me daba miedo y en este momento me sigue dando miedo, incluso por mi integridad personal

Uno de los abusos que narro hace referencia a que, siendo zurdo, sus profesores le pegaban en la mano para que operara con la mano derecha.

Y sentenció: “¿Cómo me van a dejar a mí operando en la noche cuando llegan profesores en estado de embriaguez? (…) Como ellos ya fueron maltratados, ellos se sienten con el derecho de maltratar”.

“El maltrato es un tema de percepción”

El decano de la Facultad de Medicina de la Universidad Javeriana, Carlos Gómez Restrepo, además especialista en psiquiatría, se refirió al caso durante una entrevista a la emisora Blu Radio. Allí afirmó que el maltrato es un tema de percepción con muchas aristas, comentario que aumentó las críticas hacia la institución.

Agregó que como institución revisarán algunas las prácticas al interior, advirtiendo que una manera de reducir las cargas de trabajo sería aumentar los años de los programas de especialización.

Referente al caso de Gutierrez aseguró que no existía ningún indicio ni pedido de ayuda por parte de la estudiante.

En 2021, el medio estudiantil El Uniandino, de la Universidad de Los Andes de Bogotá, publicó una investigación a partir de denuncias de maltrato, abuso de poder y acoso sexual de los estudiantes de medicina de tres ciudades de Colombia y en distintas facultades.

Documentaron 26 casos en los que destacan el temor de los denunciantes hacia sus profesores y la percepción de que su caso era único, cuando “obedecía a un patrón sistemático”, según recopila la investigación.

Para ciertas personas de la comunidad médica, hace falta pasarla muy mal para llegar a destacarse en la profesión. (…) Esta cultura del maltrato encuentra respaldo en la cultura del silencio, que atemoriza a las víctimas para denunciar”, se lee en la investigación.

Desde el Gobierno hasta asociaciones internacionales se han pronunciado sobre este caso.

El presidente Gustavo Petro aprovechó la coyuntura para asegurar que el actual sistema de saludya no reconoce el derecho del ser humano”.

El mandatario también pidió que se haga una investigación y ordenó a Daniel Rojas, ministro de Educación, la creación en implementación de nuevas políticas públicas de enseñanza dentro del sistema de salud.

Por su parte el Congreso citó a un debate de control político al ministro Rojas para encontrar medidas que puedan reducir el abuso en ambientes laborales y educativos.

El doctor Michael J. Suther, director de la División de Servicios para Miembros del Colegio Americano de Cirujanos, se refirió al caso y aseguró que su organización es consciente del problema y desde hace mucho tiempo ha pedido garantías para el personal médico a nivel global.

La pandemia expuso la sobrecarga al personal de salud  

La percepción de la población sobre los servicios de salud mental es negativa y quizás por eso no se consulte oportunamente, explica Daniel Arias, investigador de la salud mental en Colombia y experto en políticas públicas.

Y la presión hacia los profesionales de la salud aumentó durante la pandemia por Covid-19 —añadió—  “un reto sin precedentes para el personal médico que arriesgó su propia vida y la de sus familias cuando sufrimos los picos de la enfermedad y no teníamos vacunas”.

Estudios publicados por la Revista Colombiana de Psiquiatría dan cuenta que, durante este período, aparecieron mayores síntomas de estrés, ansiedad e incluso manifestaciones de burnout (o síndrome del trabajador quemado) en el personal médico.

Arias explica que el síndrome del trabajador quemado incluye agotamiento físico y emocional en respuesta al estrés laboral continuo y que, con el tiempo, produce manifestaciones de ansiedad tales como dificultad para concentrarse o irritabilidad, pero también puede generar depresión relacionada como pérdida del interés en actividades que antes disfrutaba o baja autoestima.

Incluso, en casos avanzados se da el estrés postraumático, que incluye efectos prolongados por años tales como pesadillas, nerviosismo, reexperimentación de la angustia y evasión de las situaciones que asocie al trabajo, concluye Arias.

Mientras que siguen apareciendo testimonios públicos, distintas asociaciones de médicos de Colombia coinciden en que se debe prestar más atención a la salud mental del gremio y recuerdan la importancia de su trabajo dentro de la sociedad, por lo que exigen cambios en el sistema de enseñanza.

 

Con Información de: Proceso.com.mx

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