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CHIHUAHUA, CHIHUAHUA.- Tan sólo durante 2022, las autoridades municipales clausuraron trescientos cincuenta tomas clandestinas en Chihuahua capital. En la mayoría de casos, ocurridos fuera de la mancha urbana, el agua era utilizada para fines distintos al consumo humano.

La Junta Municipal de Agua y Saneamiento (JMAS), según dio a conocer su director ejecutivo, Alan Falomir Sáenz, recibió denuncias sobre sustracciones ilegales en la red de distribución sobre todo en verano. Y, contrario a lo establecido por la Ley, los infractores destinaban el agua a granjas, albercas o riego de árboles.

Si bien, hasta el momento, no existe un cálculo de cuántos litros restaba esta práctica al abastecimiento general, el funcionario mencionó que, después de aplicar las multas y cerrar las tomas, ha disminuido la pérdida de agua y algunos hogares ya disponen de mejor servicio.

Asimismo, adelantó que, a más tardar finales de febrero, la dependencia presentará nuevas denuncias, pues, especula, ya para ese entonces un equipo de especialistas terminará de preparar la documentación correspondiente, las evidencias para proceder de manera efectiva.

En cuanto al derroche cometido bajo el concepto de consumo humano, mencionó que, durante el año pasado, la JMAS llegó a recibir entre cincuenta y cien denuncias mensuales, sustentadas con evidencia fotográfica o videograbaciones. Se trató de personas que, por ejemplo, limpiaban la banqueta o el vehículo con la manguera.

En promedio, Chihuahua utiliza al día ciento setenta litros per cápita, con excepción de mayo y junio, cuando aumenta a mil litros adicionales por segundo. Aunado a las tomas clandestinas, alertó Falomir Sáenz, el municipio enfrenta dos problemáticas: la explotación de acuíferos y la consiguiente escases de recursos.