El salvadoreño Víctor Martínez-Hernández, que entró sin visa a Estados Unidos, fue sentenciado este lunes a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional por la violación y asesinato de Morin.
Según el Departamento de Seguridad Interior (DHS), el salvadoreño golpeó “la cabeza de Morin con piedras y violó su cadáver”, y después intentó esconderlo “en un desagüe”.
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El caso provocó gran conmoción en EU y un debate sobre el control migratorio.
Trump lo ha utilizado como ejemplo para justificar su política de seguridad en la frontera con México y las deportaciones de migrantes en situación irregular.
“Este extranjero ilegal criminal nunca debería haber estado en nuestro país”, afirmó su secretaria de Seguridad Interior, Kristi Noem, en un comunicado publicado tras conocerse la sentencia.
En abril, Patty Morin, madre de la mujer asesinada, criticó en la Casa Blanca al senador estadunidense demócrata Chris Van Hollen por viajar a El Salvador para mediar en el caso del migrante salvadoreño Kilmar Ábrego García, expulsado por “error” y devuelto a EU para enfrentar cargos por tráfico de migrantes que él niega.
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