Un año después de que la Corte Suprema de Estados Unidos desechara el derecho constitucional al aborto, el presidente Joe Biden prometió ayer luchar contra la iniciativa “extrema y peligrosa” de los republicanos por frenar el acceso al procedimiento en todo el país.
La resolución del máximo tribunal estadunidense de anular la decisión histórica denominada Roe vs. Wade devolvió la regulación del aborto a los gobiernos de los estados de forma individual, algunos de los cuales desde entonces han actuado para restringir drásticamente la interrupción voluntaria de los embarazos.
«Las prohibiciones estatales son sólo el comienzo”, dijo Biden en un comunicado en el aniversario del fallo. “Su agenda es extrema, peligrosa y está fuera de sintonía con la gran mayoría de los estadunidenses”, subrayó.
Unos 14 estados, principalmente en el sur y el centro oeste, han prohibido el aborto por completo o han restringido severamente el acceso al procedimiento, mientras que otros, sobre todo en las franjas costeras, se movilizaron para proteger ese derecho.
Algunos de los 14 estados que lo prohíben son Alabama, Arkansas, Luisiana, Misisipi, Misuri, Oklahoma, Dakota del Sur y Tennessee.