Desde 2008, cada generación de bomberos egresada de la antigua Escuela de Policía y actualmente del Instituto Superior de Seguridad Chihuahua (ISSCUU), elabora un banderín que refleja su identidad y experiencias durante la formación. Estos estandartes se resguardan en la institución como símbolos de pertenencia y hermandad, reforzando el vínculo de quienes regresan a las aulas para continuar su capacitación.
La tradición inició tras una visita de bomberos de Chihuahua a Albuquerque, Nuevo México, donde participaron en la “Clase 76” y observaron el uso de banderines como símbolo de unidad. Desde entonces, cada generación local ha adoptado esta práctica, sumando hasta la fecha ocho banderines que abarcan de 2008 a la generación recién egresada en 2025.
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Los instructores piden a los cadetes elaborar los banderines antes de concluir la academia, plasmando en ellos vivencias y aprendizajes de su etapa formativa. Algunos incluyen nombres, frases o símbolos que representan a sus integrantes, con diseños libres que van desde colores llamativos hasta elementos propios del oficio como cascos, escaleras o hidrantes.
A lo largo de los años se han registrado frases distintivas en estos estandartes, tales como “Entre el cielo y el infierno”, “Del esfuerzo de cada uno depende el destino de todos” y “El legado de los valientes”. Estos mensajes reflejan tanto la exigencia como el compromiso que caracteriza a las generaciones de bomberos en su preparación.
El banderín más reciente, elaborado por la cadete Jennifer Ruiz con ideas de sus 27 compañeros, fue nombrado “El legado de los valientes”. Su diseño muestra a un bombero cargando a un niño como símbolo de servicio y, en el reverso, imágenes que representan el compañerismo y el trabajo en equipo, valores que distinguen a la corporación.
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