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Ciudad de México, 28 de julio de 2022.- Cuando se pensaba habían llegado al límite los errores de esta administración, el presidente advirtió ésta gestión pasará de la austeridad republicana a la “pobreza franciscana”. Adelantó promoverá reformas legales para limitar más los sueldos de funcionarios y el gasto oficial. Al escribir estas líneas, el titular del Ejecutivo Federal delineaba con sus colaboradores los rubros en los cuales se aplicarán los recortes, sin tocar a sus obras faraónicas y sus programas sociales de corte electorero, pues se enfocarán en eliminar viajes al extranjero, comunicaciones sólo por teléfono o teleconferencias y reducción de viáticos, entre otros.

Las obras prioritarias de López Obrador no fueron tocadas por la austeridad y no lo serán con la “pobreza franciscana”, pues resienten altos sobrecostos, como en el Tren Maya, donde superan el 172 por ciento hasta el momento, pues se habían presupuestado 156 mil millones de pesos y el incremento alcanza más de 409 mil millones; el Aeropuerto Internacional “Felipe Ángeles”, donde los costos superaron el 50 por ciento, presupuestaron 75 mil millones de pesos y se gastaron 116 mil millones; y la refinería de Dos Bocas, donde superaron hasta el momento 54.6%, 163 mil millones de pesos era el costo original y ya se han invertido 245 mil millones. A esto se suma el gasto en las sucursales del Banco del Bienestar cuya cifra acumulada va en 921 mil millones; la refinería Deer Park con 600 mil millones de pesos; el subsidio a gasolinas con 400 mil millones de pesos, y la compra de pipas contra el huachicol con mil 728 millones de pesos.

A lo anterior se agrega el importe de la cancelación del aeropuerto de Texcoco, cerca de 300 mil millones de pesos, más el costo indirecto de la caída en la inversión del país, otros 800 mil millones de pesos. Analistas, expertos y legisladores han cuestionado también en dónde han quedado los 500 millones de pesos gastados absurdamente en la consulta popular para el juicio de ex presidentes, o los más de 1,600 millones de pesos invertidos en una consulta de revocación de mandato cuyos resultados eran conocidos de antemano, así como la inversión en una obra como el Tren Maya que supondrá la pérdida incuantificable e irreparable de una buena parte de la biodiversidad en el sur del país, o los millones de pesos dirigidos a fortalecer los puestos de la frontera norte tras la reunión con Joe Biden en la Casa Blanca, donde se comprometió a invertir mil 500 millones de pesos en infraestructura fronteriza.

El gobierno de López Obrador se exhibe como un agudo problema para México, muy lejos de ser un promotor de soluciones. Apretar el austericidio se da en el momento más inadecuado para el país: la economía crece por debajo de su potencial por cuarto año consecutivo y hay señales de una recesión en puerta; la inflación ha repuntado como no se había visto en dos décadas y se ha convertido en carestía, lastimando más a los que menos tienen; las tasas de interés han comenzado a subir con rapidez, con el Banco de México tratando de impedir la inflación diluya aún más las posibilidades de crecimiento.

La inseguridad se multiplica ante el fracaso de la estrategia de “abrazos no balazos”, traducida en un “dejar hacer, dejar pasar” las actividades criminales; la 4T acumula cadáveres, no solo por la ola de violencia sino por la ineptitud al enfrentar la pandemia de Covid-19; el entorno de los negocios está completamente debilitado desde el poder, obstaculizando las inversiones, y constriñendo las posibilidades de colaboración entre los mexicanos; el entorno político está fuertemente polarizado desde Palacio Nacional. Mientras, el ambiente global muestra vientos de tormenta con la guerra de Rusia contra Ucrania, afectando los precios internacionales de la energía, y potenciando el fantasma de la inflación en las principales economías del mundo.

Para los diputados federales de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública pasar de la austeridad republicana a la “pobreza franciscana” es el reconocimiento del mandatario de la inexistencia de finanzas públicas sanas y advierten habrá más recortes en las dependencias. La administración ya no tiene más fuentes extras de financiamiento, por la disposición hace un par de años de los fondos de estabilización y de los fideicomisos. López Obrador hace declaraciones frívolas y populistas, las cuales revelan no hay suficiente dinero para las obras faraónicas ni para sostener el ritmo de gasto de los programas sociales ni un gasto corriente no disminuido.

Para el senador Emilio Álvarez Icaza, fundador del Grupo Plural, se deja entrever con la “pobreza franciscana” la manga ancha del Ejecutivo federal para manejar los recursos a su antojo. “Lo que quiere decir es: “va a haber dinero para lo que yo quiera”. Lo que nos está anunciado el presidente es que el austericidio viene peor, y el dinero a lo que le importa: sus estadios de beisbol. Hemos visto un criterio doble de austericidio. Se le aumenta 80 por ciento el presupuesto al Ejército. Ahí no hay austeridad ni pobreza franciscana, pero se disminuyen en 83 por ciento las becas al extranjero, que no le importan en absoluto, pero tampoco le importan las víctimas. Hay menos dinero para víctimas, hay menos dinero para todas las áreas de derechos humanos (…) Y lo que nos quiere decir, entonces, es que vamos a tener grandes ausencias del gobierno en muchos tramos de la vida pública, y privilegios en los que el Presidente cree que son prioridad”.

El legislador también cuestionó la alusión presidencial a la “pobreza franciscana” en un Estado laico. “Lo acomoda a su narrativa para intentar dar una expresión, pero lo que ha venido sucediendo es que hay una enorme discrecionalidad y llave abierta para lo que el Presidente quiere. O sea: si hay dinero para el béisbol, pero no hay dinero para los niños con cáncer. Creo que es un anunció malo”. El diputado panista Héctor Saúl Téllez, secretario de la Comisión de Presupuesto, afirmó: “Lo que está sucediendo es que las finanzas públicas no están bien y que se quieren usar para los caprichos del presidente, por lo que ahora hay que exprimir los recursos públicos, seguir con el “austericidio” (…) lo que va a pasar es que van a seguir los malos servicios, la falta de infraestructura y de empleo”.

Téllez condenó la opacidad demostrada en casi cuatro años: el gobierno de López Obrador dispuso de 100 mil millones de pesos de fideicomisos públicos, de los cuales nunca se supo hacia donde fueron destinados. Además, se usaron 300 mil millones de pesos de los fondos de estabilización de las finanzas públicas y de las entidades federativas, también sin conocer como fueron y donde los gastaron. “Lo que ha habido es un desfalco en los ingresos presupuestarios, nunca ha habido austeridad y lo que si ha habido es opacidad. Lo que tenemos es un dispendio en las obras faraónicas y en los programas sociales que también han sido un dispendio, porque no han generado mejores condiciones para la población”.

El diputado Salomón Chertorisvski, vicecoordinador de MC, reflexionó: “El anuncio de que se pasará a una “pobreza franciscana” es muy preocupante en un momento en donde seguimos viviendo la escasez del presupuesto, donde sigue habiendo falta de recursos para la salud, la educación, donde claramente los recursos que existían en fideicomisos ya no están. Además, el anuncio presidencial se da cuando el país está invirtiendo con un mínimo histórico en infraestructura pública. Hablar de que todavía vienen más recortes, pues es una pena, máxime con la falta de crecimiento, con la falta de recuperación que hemos tenido después de las malas decisiones a lo largo de la pandemia. La pobreza franciscana es un concepto ridículo y triste, y el reconocimiento de que vienen más años de golpear a los que menos tienen y de que tardará más tiempo el despegue económico”.

DE LOS PASILLOS

Nos dicen harían bien en el gobierno en tomar en cuenta las recomendaciones de Ricardo Monreal y tratar de resolver por la vía diplomática las controversias existentes con Estados Unidos y Canadá por el tema energético, porque el presidente podría, sí, pasar a la historia, pero como el creador del “fobaproa energético”. El legislador sabe bien de lo que habla pues como senador es vigilante de la política internacional, está muy preocupado, y cómo no, si existe un riesgo inminente de que nuestras finanzas sean las que sufran las consecuencias de la falta de oficio político en torno a este tema. Monreal comentó en conferencia la consideración de priorizar el uso diplomático para intentar allanarnos a una solución, antes de llegar al panel de controversias.

“No me gusta a mí la confrontación con nadie, ni siquiera con los países que son socios comerciales. Yo plantearía que en esta consulta nos empleáramos a fondo los grupos técnicos y la Secretaría de Economía para intentar resolver este diferendo antes de esperar se plantee el panel de controversia”. Para fundamentar su posición, el zacatecano hizo de nuevo presentes las derrotas sufridas en prácticamente 20 controversias llevadas al panel del TLCAN. “Y aunque probablemente el Presidente ya no reciba la notificación de la resolución del panel, porque esto tarda entre dos años, de todos modos, México tiene que asumirlo como país, como Nación, independientemente de que esté o no el presidente López Obrador al frente del gobierno… Y, entre broma y broma, la referencia fue muy clara: confío en el presidente, no en su gabinete…

Un informe del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) revela murieron en México un total de 424 mil 509 personas por Covid-19, casi 100 mil más si se comparan estos datos on los proporcionados por la SS en donde registran 327 mil 261 . El informe “Estadísticas de defunciones registradas” del Inegi se basa en cinco mil 244 fuentes, incluyendo el Registro Civil, el Servicio Médico Forense (Semefo) y el Ministerio Público, que después se confrontan con la información de la Secretaría de Salud. El Covid-19 es la segunda causa de muerte en México, suma casi 6.6 millones de contagios y tiene la cifra de fallecimientos más alta del mundo…

Beee, Beee, beee, los borregos tienen sed, están muriendo. El rebaño de cuatro patas está acalorado, enfermo, sin posibilidades de seguir existiendo. El de los dos pies carece de medicinas, de atención médica en el IMSS, en el del bienestar y en el de malestar por tener el aire acondicionado apagado -porque no debe gastarse luz-. En Quintana Roo, ni siquiera lo prenden en la sala de partos, menos aún en el área de espera para consulta. Se ve rápida la salida de derechohabientes. Con las altas temperaturas, nadie aguanta y con todo y la enfermedad a cuestas deciden emprender la retirada. Las mujeres más se tardan en parir que en salir destapadas exigiendo las den de alta. No pueden utilizar “frecuentemente” los quirófanos, no hay lo necesario para las intervenciones y no están entregando los implementos de limpieza.

Por AL PE

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