La escuadra del Athletic de Bilbao hizo valer su localía y se impuso por 4-2 sobre el Barcelona, eliminando a los azulgranas en los cuartos de final de la Copa del Rey, en un duelo que se definió hasta los tiempos extra, donde los ‘Leones’ terminaron por devorar al conjunto catalán.
No había transcurrido ni un minuto de juego, cuando Gorka Guruzeta se encontró con un balón suelto en el área visitante y lo impactó de pierna derecha para mandarlo a guardar al fondo del arco, sin que el guardameta Iñaki Peña pudiera hacer nada ante el 1-0 de los vascos.
Sin embargo, el equipo comandado por Xavi Hernández exhibió una muy buena reacción en la primera mitad, logrando empatar el juego a los 26 minutos, cuando Robert Lewandowski bloqueó un despeje y la pelota terminó superando al arquero Aguirrezabala para el 1-1 en el marcador.
Apenas seis minutos después de haber conseguido el empate, el joven Lamine Yamal se hizo presente para firmar la primera remontada del partido y poner el 1-2 que le daba la ventaja al Barcelona, sobreponiéndose hasta ese momento a la presión de San Mamés
Pero cuando inició la segunda mitad, Nico Williams se escapó por el costado izquierdo para enviar un centro al corazón del área que dejó inmóvil a la zaga azulgrana y que Oihan Sancet aprovechó para rematar de cabeza y colocar el 2-2 que volvía a igualar la pizarra.
Antes de que el tiempo regular finalizara, Lamine Yamal gozó de dos oportunidades claras para devolverle la ventaja al Barcelona y evitar los tiempos extra, sin embargo, falló primero cruzando de más su disparo y después pateando muy fuerte cuando tenía el arco abierto.
Ya en la prórroga, el Athletic de Bilbao lució mucho más entero que los catalanes y lo demostró con el gol de Iñaki Williams a los 105 minutos de acción, colocando el 3-2 para los ‘Leones’ y comenzando a sepultar las esperanzas azulgranas.
En la última jugada del partido, Nico Williams tomó la pelota dentro del área y definió con parte externa para dejar sin oportunidad a Iñaki Peña y sentenciar el 4-2 definitivo que eliminó al Barcelona y mandó al Athletic de Bilbao a semifinales de la Copa del Rey.