En un tercer atentado en menos de 30 días, siete personas murieron y 20 resultaron heridas en la explosión de un autobús en Kabul, anunció la policía afgana, en una acción reivindicada por el grupo yihadista Estado Islámico.
«Una explosión tuvo lugar a bordo de un autobús que transportaba civiles en el barrio de Dasht-e-Barchi. Siete de nuestros compatriotas murieron como mártires y otros 20 fueron heridos», dijo un portavoz de la policía, Khaled Zadran, en la red social X.
Horas después del atentado la rama del EI en Afganistán reivindicó el ataque.
El barrio de Dasht-e-Barchi está poblado mayoritariamente por la comunidad chiita hazara, una minoría que ha sido blanco recurrente de los ataques de este grupo yihadista sunnita.
El 28 de octubre, el EI reivindicó un atentado con bomba que en la víspera había matado a cuatro personas y herido a otras siete en un centro comercial del mismo barrio de Kabul.
Las autoridades talibanas de Afganistán aseguran controlar la seguridad del país después de recuperar el poder en 2021, pero en estos dos años se han producido decenas de atentados contra civiles, la mayoría reivindicados por la rama local del EI.