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Ciudad de México.- Los bombardeos aéreos israelíes sobre la Franja de Gaza causaron más de una docena de muertos durante la noche, dijeron el sábado las autoridades hospitalarias y locales, mientras los trabajadores sanitarios concluían la segunda fase de una campaña urgente de vacunación contra la polio diseñada para evitar un brote a gran escala en el territorio.
La campaña de vacunación se puso en marcha tras la confirmación del primer caso de polio en el enclave palestino en 25 años, en un niño de 10 meses que ahora tiene una pierna paralizada. La iniciativa, que durará nueve días y está organizada por la agencia de salud de Naciones Unidas, comenzó el domingo en el centro de Gaza y pretende vacunar a 640.000 niños de menos de 10 años, un esfuerzo ambicioso durante una guerra devastadora que ha destruido el sistema sanitario y gran parte de su infraestructura del territorio.
La segunda fase de las vacunaciones, que se lleva a cabo en la parte sur, estaba en su último día el sábado, de acuerdo con el Ministerio de Salud gazatí, que apuntó que después se trasladará a la región norte y terminará el lunes. El ministerio habilitó docenas de puestos para administrar el fármaco a los niños en las ciudades sureñas de Jan Yunis y Rafah.
Israel, por su parte, continuó con su ofensiva militar. En el campo de refugiados urbano de Nuseirat, en el centro de Gaza, el hospital Al-Awda dijo que recibió los cuerpos de nueve fallecidos en dos ataques aéreos distintos. Una de las operaciones alcanzó un edificio residencial de madrugada y se cobró la vida de cuatro personas, además de causar al menos 10 heridos, indicó el centro. En la otra acción israelí murieron cinco personas en una casa en la parte occidental de Nuseirat.
Por otra parte, el hospital de los Mártires de Al-Aqsa, el más importante de la ciudad central de Deir al-Balah, reportó que una mujer y dos menores fallecieron en otro ataque contra una casa en el campo de refugiados urbano de Bureij de madrugada. En el norte del enclave, un ataque a una escuela reconvertida en albergue para desplazados en Jabaliya causó al menos cuatro muertos y dos docenas de heridos, de acuerdo con la Defensa Civil de Gaza, que depende del gobierno de Hamás.
La guerra en Gaza estalló el 7 de octubre, cuando insurgentes encabezados por Hamás irrumpieron en el sur de Israel y mataron a unas 1.200 personas, en su mayoría civiles, y tomaron a otras 250 como rehenes. Se cree que los insurgentes retienen aún a más de personas. Las autoridades israelíes estiman que alrededor de un tercio estarían muertos.
Israel respondió con una ofensiva que se ha cobrado la vida de más de 40.000 palestinos y dejó más de 94.000 heridos, de acuerdo con el Ministerio de Salud gazatí, cuyo conteo no distingue entre víctimas civiles y combatientes.
La violencia también ha repuntado en la Cisjordania ocupada, donde una operación militar israelí de más de una semana de duración en la ciudad de Yenín causó docenas de muertos y dejó una senda de destrucción.
El viernes, una niña de 13 años y una activista turca-estadounidense, Aysenur Ezgi Eygi, de 26, fallecieron baleadas en incidentes separados en Cisjordania.
Más de 500.000 colonos israelíes viven en Cisjordania, un territorio capturado por Israel en la Guerra de los Seis Días de 1967, junto a Gaza y Jerusalén Este. El aumento de las incursiones israelíes, de los ataques de insurgentes palestinos a israelíes y de colonos a palestinos han dejado más de 690 palestinos muertos desde el inicio de la guerra en Gaza, según las autoridades sanitarias palestinas.
Estados Unidos y otros aliados ejercen una presión cada vez mayor sobre Israel para alcanzar un alto el fuego en Gaza, pero su primer ministro, Benjamin Netanyahu, insiste en una exigencia que se ha convertido en uno de los principales puntos de fricción de las conversaciones: la continuación del control israelí del Corredor Filadelfia, una estrecha franja a lo largo de la frontera con Egipto por donde afirma que el grupo mete armas de contrabando en el sitiado enclave. Tanto Egipto como Hamás lo niegan.
Hamás ha acusado a Israel de alargar meses de negociaciones con nuevos reclamos, como el control duradero tanto del Corredor Filadelfia como de un segundo pasillo que cruce el territorio.
El grupo insurgente ha ofrecido a liberar a todos los rehenes a cambio del final de la guerra, la retirada completa de las fuerzas israelíes de la Franja y la puesta en libertad de un gran número de prisioneros palestinos, incluyendo milicianos de alto perfil, que son, en líneas generales, las condiciones previstas en un esbozo de acuerdo presentado por el presidente de Estados Unidos, Joe Bien, en julio.
Con Información de: The Independent en Español