La temporada de huracanes en el Atlántico y Pacífico en este 2024 son parte del ciclo anual de formación de ciclones tropicales, y la temporada comenzó oficialmente el 1 de junio y finalizará el 30 de noviembre próximo.
Esa es una de las razones que deberían de aumentar la atención por la CFE en todo su protocolo normativo ante apagones y evitar suspender el servicio de energía eléctrica, no solo en Veracruz, Boca del Río, Alvarado, Medellín de Brazo y Xalapa,- como sucedió el sábado de la seman anterior,- y que en otras localidades del estado igualmente es susceptible se presenten.
Y ese hecho ha sido siempre aunque con ahora con una mayor frecuencia – decimos entre la población jarocha y de costa – y es que con los vientos y llamados “nortes”, y mismos que generan tolvaneras de arena y tierra, se contamina toda la infraestructura, aislamiento y equipos de la CFE, y qué al caerles agua o simplemente sereno por las noches, hace que se susciten los llamados arcos eléctricos y de ahí se disparen los fusibles para dejar fuera de servicio a los transformadores. Esto en las líneas aéreas de media tensión, cosa que no sucede en él sistema subterráneo, en dónde las fallas tienen otras causales.
Hace años la CFE tenía un programa de lavado que iniciaba en estas fechas, y que era con él objetivo de limpiar aislamiento y equipos para evitar esos apagones por la temporada de nortes, hoy lamentablemente ya no existe ese programa, y desde hace mucho tiempo – y debo decirlo ,- era muy efectivo en la prevención de dichas fallas, pues se lavaban los circuitos a partir de las subestaciones, hasta el último ramal con agua desmineralizada, que a propósito, trataban en la subestación Veracruz II, misma que falló hace unos días.
Estas afectaciones dañan a la economía en el comercio en su conjunto, pero además a la población abierta nos provoca malestar contra la Comisión Federal de Electricidad.
Y es que aunque algunos cortes de la luz están debidamente justificados, cabe la opción que al ser a clientes y sufrir una interrupción del suministro eléctrico de forma inesperada y “sin causa”, se puede proceder a que CFE indemnice como la distribuidora eléctrica que es, a quienes se sientan afectados.
Creo que todo el que vende algún servicio, debe evitar dañar a sus clientes, y mucho más una entidad pública que habría de tener presente elementos básicos en su universo: “humanismo”.
Ojalá que quienes son los responsables de la planeación en las zonas de distribución consideren mejores enfoques a considerar.
DE SOBREMESA
Revisando noticias por la visita de Doña Rocío Nahle a Alvarado hace unas horas, seguramente todo su equipo de trabajo habrá quedado satisfechos de saborear la gastronomía y bebidas en el Restaurante “MONINOS”, y que es de visita y parada obligada en los Arcos del Zocalo.
Moninos tiene más cincuenta años y lo inicio Don Héctor Gil Hernández Palacios “el Mono Gil” – de ahí el nombre – y a su muerte fue atendió por su esposa Doña Rosita Solis, y ya finados, es atendido por su hija la Sra. Herendira Hernández Solís, y familia, desde hace veinte años.
Moninos se caracteriza por ser atendido por mujeres madres solteras, ocupando sólo productos locales,- genera economía en el abasto del comercio alvaradeño,- y solo ofrecer comida de estilo alvaradeño.
UN CAFÉ LECHERO LIGHT
Una tortilla hecha a mano, con mantequilla y queso de la región, llamada; “recién nacida” es una delicia. La picada Mono, es una picada grande, y ambas combinadas con carne de la zona o la famosa ropa vieja encima, alimento típico del Sotavento.
Las tortas de jamón envinado y las frías horchata de coco, se suman a que Moninos sea quizá, el más tradicional restaurante de estilo gastronómico Alvaradeño con más años de existencia.
¡ES CUANTO!