| El especialista explicó que la propensión de estas ciudades a verse afectadas por plagas se debe no solo al clima, sino a la cantidad de población, establecimientos y hogares, circulación de personas y animales domésticos, turismo, generación de basura y complejidad urbana. Todas esas variables terminan por dejar abiertas zonas con acceso a agua, desperdicios y fuentes de calor para la fauna nociva. “En particular, debemos tomar en cuenta que las fiestas decembrinas generan un aumento del 30% en el consumo de alimentos y bebidas y un consecuente aumento del 50% de basura orgánica, según cifras de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (CANIRAC) y de la Coordinación Universitaria para la Sustentabilidad de la UNAM, por lo que, en realidad, todas las ciudades pueden verse afectadas”, concluyó. Los Expertos SIFSA recomiendan tomar medidas preventivas de control de accesos y monitoreo de plagas, así como la gestión adecuada de residuos y de almacenamiento de alimentos, con el apoyo de profesionales certificados. |