La presidenta Claudia Sheinbaum anunció la construcción de dos plantas termosolares en Baja California Sur con una inversión de 800 millones de dólares.
El proyecto busca fortalecer la capacidad energética del país mediante el aprovechamiento de la energía solar, utilizando tecnología de concentración solar de potencia.
Las plantas se equiparon con sistemas de almacenamiento térmico en sales fundidas, lo que permitió la generación continua de electricidad incluso durante la noche.
La iniciativa formó parte de la estrategia del gobierno federal para diversificar las fuentes de energía y avanzar hacia la autosuficiencia energética.
El proyecto también contribuyó al desarrollo económico de la región al generar empleos y promover inversión en infraestructura energética. Se previó que las plantas entraran en operación en el corto plazo, consolidando a Baja California Sur como un referente en la producción de energía limpia en México.