Más de un centenar de estudiantes se intoxicaron este martes a causa de la mala calidad del aire en la localidad de Quintero, producida por el polo industrial de la zona, apodada el «Chernóbil chileno».
«decidió suspender las clases (en Quintero) por los diversos casos de intoxicación que afectó a más de seis establecimientos educacionales», informó Romina Maragaño, secretaría regional de Educación de Valparaíso, a 110 kilómetros de la capital Santiago.
Los estudiantes fueron atendidos en los centros hospitalarios del lugar y presentaron síntomas como «dolor de cabeza, mareos y problemas estomacales», relató la Municipalidad de Quintero a la AFP.
Ubicada sobre la costa central, Quintero, y también la ciudad de Puchuncaví son consideradas «zonas de sacrificio ambiental» desde que en 1958 el gobierno chileno decidió relegar la pesca artesanal y la agricultura para convertir la zona en un polo industrial que albergan termoeléctricas a carbón y refinerías de crudo y cobre.
Este no es el primer caso de intoxicación que vive el «Chernóbil chileno». En junio de 2022, otro centenar de personas, en su mayoría escolares, se vieron afectadas por el mismo problema.
El gobierno del presidente izquierdista Gabriel Boric decidió cerrar la planta Fundición Ventanas, señalada como una de las principales responsables de la contaminación.
La organización ambientalista Greenpeace calificó la zona como «el Chernóbil chileno» luego que en 2018 unas 600 personas acudieron a centros médicos con un cuadro clínico atípico de vómitos de sangre, dolores de cabeza, mareos, parálisis de las extremidades, además de extrañas ronchas en la piel que aparecieron particularmente en niños.
Según un relator especial de la ONU que visitó el país en mayo de este año, Chile enfrenta «crisis medioambientales atemorizantes e interconectadas» que están vulnerando los derechos de millones personas, especialmente en este polo industrial.