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CHIHUAHUA.- En el antimonumento de la Cruz de Clavos, organizaciones de derechos humanos rindieron homenaje a la activista Marisela Escobedo, cuyo feminicidio fue cometido por un hombre hace 12 años mientras ella exigía justicia por el asesinato de su hija Rubí Marisol Frayre Escobedo, de sólo 16 años.
Frente a Palacio de Gobierno, en donde a Marisela le dispararon, y en donde yace su placa conmemorativa, un grupo de mujeres rememoró los sacrificios que vivió a partir de agosto de 2008, cuando, en Ciudad Juárez, Sergio Rafael Barraza mató y desmembró a Rubí Marisol, instante desde el que, ante la inacción de las autoridades, se dedicó a buscar al asesino por el país, a exigir que se le castigara y a protestar contra la impunidad en el asesinato de las mujeres.
Manifestaron que la causa de Marisela sigue viva en los movimientos sociales, en las más de 3 mil madres que buscan a sus hijos e hijas desaparecidas, en quienes demandan la verdad, igualdad de oportunidades, aplicación a la ley sin distorsiones, transparencia y democracia. «¡Marisela vive!, ¡vive! La lucha sigue, ¡sigue!», exclamaron.
Le exigieron a las autoridades que impidieran la repetición de tragedias como las de Rubí y Marisela; justicia para las personas desaparecidas, violentadas por abuso de poder u omisión del Estado; protección para defensores de los derechos humanos y periodistas; programas para la prevención, sanción, investigación, sanción y reparación de la violencia contra mujeres, niñas y adolescentes; y condiciones de paz, seguridad y respeto a los derechos de los chihuahuenses.
Elvira Villareal, regidora de Morena, dijo: «Marisela busca a su niña, empeña su vida, su salario, su quehacer, su piel entera por no permitir que el feminicidio de Rubí quede sin castigo. Y en el camino por exigir justicia […] le arrebataron la vida bajo las miradas insensibles y socarronas de los gobernantes en turno, a las puertas de un Palacio que poco gobierna en la protección de la vida y la dignidad de las mujeres asesinadas y sus familias».
Desde la Plaza Hidalgo, las mujeres hicieron el mismo recorrido que Marisela el día de su asesinato y, frente a Palacio, dejaron en su placa conmemorativa una ofrenda floral y dos velas. Alrededor de ahí entonaron «Canción sin miedo», de Vivir Quintana.
Rafael Barraza, quien reconoció ser el autor intelectual de la muerte de Marisela, murió el 16 de noviembre de 2012 durante un enfrentamiento armado contra militares en Zacatecas, donde Marisela denunció ante la autoridad que se encontraba.