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El secretario general de Gobierno, Santiago de la Peña Grajeda, criticó que la aprobación de la nueva Ley de Aguas se realizara sin considerar la situación hídrica de Chihuahua. Señaló que desde la Ciudad de México se está imponiendo una visión centralista que no refleja las necesidades de los estados productores.
Indicó que en Chihuahua la extracción de agua requiere perforaciones profundas y operación en condiciones de sequía permanente, por lo que la legislación federal no puede construirse bajo criterios generales. Mencionó que el dictamen avanzó con modificaciones que no fueron explicadas públicamente y que no se socializaron con los sectores afectados.
De la Peña afirmó que la ciudadanía está molesta porque las decisiones se tomaron “en lo oscurito”, sin acceso a la información y sin un proceso abierto de consulta. Agregó que esta falta de claridad ha generado desconfianza entre productores y habitantes de las zonas rurales.
El funcionario sostuvo que las reformas deben construirse con participación efectiva de los estados y no desde escritorios en la capital del país. Subrayó que el gobierno estatal exigirá que cualquier normativa federal tome en cuenta la realidad hídrica de Chihuahua y las condiciones en que se desarrolla la actividad productiva.
