Martín Medina Sonda, empresario tabasqueño y exdirigente priista, murió el 25 de agosto de 2025 en su celda del Centro de Reinserción Social (CRESET) de Tabasco. Medina Sonda cumplía una condena de 50 años por ser el autor intelectual del feminicidio de su exesposa, Emma Gabriela Molina Canto, ocurrido en Mérida, Yucatán, en marzo de 2017.
El gobernador de Tabasco, Javier May, informó que los primeros indicios apuntan a un posible suicidio, aunque la investigación continúa abierta.
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Emma Gabriela Molina Canto, activista y madre de tres hijos, había enfrentado años de violencia física, psicológica y patrimonial por parte de Medina Sonda antes de lograr divorciarse y recuperar la custodia de sus hijos.
Medina Sonda ordenó posteriormente su secuestro y asesinato, pese a estar bajo proceso judicial. Su madre, Ligia Canto, quien también sufrió persecución y encarcelamiento injusto, viajó a Tabasco para constatar el deceso del condenado y señaló que aunque representa un avance, la lucha contra la violencia de género y la impunidad continúa.
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