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Este lunes, la senadora Andrea Chávez volvió a destacar, a través de su equipo de comunicación social, la entrega de artículos de primera necesidad a familias y personas vulnerables. Si bien la ayuda es un gesto loable, esta práctica recuerda las tácticas del viejo PRI que tanto critica, donde la asistencia se convierte en una herramienta de lucrar con la necesidad ajena. La senadora, al exhibir públicamente estas entregas, pone en evidencia el dolor y las carencias de las personas, utilizando sus imágenes para proyectar una imagen de benevolencia que, lejos de ser desinteresada, parece buscar rédito político, que extraño.
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Resulta lamentable que, en lugar de impulsar propuestas legislativas que combatan de fondo las necesidades de la población y regulen el uso político de la asistencia social, Chávez opte por vanagloriarse en redes sociales con estas entregas. Las personas necesitadas, atrapadas en su vulnerabilidad, no tienen más opción que aceptar la ayuda bajo el reflector mediático. Este espectáculo de la caridad no solo perpetúa un sistema clientelar, sino que también subraya la urgencia de leyes que prohíban a los políticos lucrarse con el sufrimiento ajeno, promoviendo en cambio políticas públicas que garanticen dignidad y soluciones estructurales.
César Komaba, subsecretario de Vialidad, parece ser una figura decorativa en una dependencia que se hunde en un mar de corrupción, ineficiencia y abusos. La Subsecretaría de Vialidad, adscrita a la Secretaría de Seguridad Pública Estatal, presume la acreditación Calea y “altos estándares”, pero la realidad pinta otro cuadro: quejas ciudadanas al por mayor, señalamientos de malas prácticas, olvido de responsabilidades clave y un servicio a la ciudadanía prácticamente inexistente. El reciente caso de un agente vial, identificado como Antonio Orozco, agrediendo a un ciudadano —tomándolo por el cuello en un acto de intimidación flagrante— es solo la punta del iceberg. Este no es el primer escándalo, y los señalamientos inservibles contra Komaba se apilan sin que nadie parezca rendirle cuentas. ¿Cuánto más podrá sostenerse en su puesto alguien tan desconectado de la crisis que encabeza?
Los agentes actúan como agresores en lugar de protectores, pisoteando la confianza ciudadana. Los habitantes de Chihuahua se preguntan hasta cuándo soportaremos una gestión que ignora su deber y permite que la corrupción y la impunidad se paseen a sus anchas. Si Komaba no sabe lo que pasa en su propia casa, es hora de que alguien le pida las llaves y lo mande a buscar su responsabilidad en otro lado.
Se fueron con todo en redes sociales tras anunciar que los rescatistas que irrumpieron en un lugar particular en la colonia Cuarteles para sacar varios perros, fue considerado ilegal y el Municipio no va a tolerar estas acciones.
Si bien, es cierto que las leyes les impide a cualquier a allanar un local o vivienda para hacer justicia por su propia mano, los simpatizantes no dejaron pasar el momento para despotricar en contra de la autoridad, ya que señalaban que el hombre en cuestión, los tenía en persinas condiciones y supuestamente lucraba con venta de los perros.
También, los usuarios fueron muy críticos al considerar que las autoridades solapan este tipo de acciones; se dijo que el entrarle de lleno al maltrato animal iba a ser un dolor de cabeza y a dos semanas de que iniciara la Coordinación de Medio Ambiente y Protección Animal, ya está siendo desaprobada por los activistas. No es para menos, ya que había algunos personajes que querían el puesto y finalmente se lo dieron a una política, quien no se le cuestiona su capacidad, pero estas personas suelen ser muy subjetivas y cada quien quiere agarrar un hueso y no precisamente para perros, en fin.
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