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Un nuevo y actualizado estudio publicado en Science ha revelado que la población de mariposas en Estados Unidos ha disminuido un alarmante 22 por ciento entre 2000 y 2020. Este descenso genera gran preocupación entre los científicos, que señalan la importancia de estos insectos para la salud del ecosistema.

La investigación, que se basa en 76 mil encuestas a nivel nacional y analiza 554 especies, encontró que las mariposas han perdido un promedio de 1.3 por ciento de su población cada año. Sin embargo, el noroeste del Pacífico ha mostrado un ligero aumento del 10 por ciento en ciertas especies, como la mariposa carey de California.

Elise Zipkin, coautora del estudio, enfatiza que este descenso subraya la urgente necesidad de adoptar medidas de conservación. Las mariposas son cruciales no solo como indicadores de la salud ambiental, sino también como polinizadores esenciales.

El declive de las mariposas se suma a la pérdida de casi 3 mil millones de aves en América del Norte en los últimos 50 años, reflejando una crisis ambiental que afecta la biodiversidad y la economía, como el impacto en la producción de algodón en Texas, donde las mariposas contribuyen con 120 millones de dólares anuales.

La disminución de las poblaciones de mariposas en Estados Unidos es un fenómeno alarmante que ha captado la atención de científicos y conservacionistas. Diversos estudios han identificado múltiples factores que contribuyen a este declive, afectando tanto a la biodiversidad como al equilibrio de los ecosistemas.

Uso intensivo de insecticidas

La aplicación masiva de insecticidas en prácticas agrícolas y urbanas ha tenido un impacto negativo en las poblaciones de mariposas. Estos químicos no solo eliminan a las plagas objetivo, sino que también afectan a especies no deseadas, incluyendo a las mariposas. La exposición a insecticidas puede reducir las fuentes de alimento y destruir hábitats esenciales para su supervivencia.

Pérdida y degradación de hábitats naturales

La expansión urbana y agrícola ha llevado a la destrucción y fragmentación de hábitats naturales de las mariposas. La conversión de tierras para cultivo y desarrollo urbano reduce las áreas disponibles para que las mariposas se alimenten y se reproduzcan. Esta pérdida de hábitat es una de las principales causas del declive observado en diversas especies.

Cambio climático

El cambio climático ha alterado los patrones climáticos, afectando la fenología y distribución de las mariposas. Otoños más cálidos, por ejemplo, pueden interrumpir los ciclos de vida de estas especies, obligándolas a permanecer activas más tiempo y afectando su supervivencia.

Además, las especies que dependen de hábitats específicos pueden verse desplazadas o extinguidas debido a cambios en la temperatura y precipitación.

Disminución de plantas hospederas y nectaríferas

Las mariposas dependen de plantas específicas para alimentarse y reproducirse. La pérdida de estas plantas, debido a prácticas agrícolas intensivas y urbanización, reduce las fuentes de alimento y lugares de oviposición, afectando negativamente a las poblaciones de mariposas.

Contaminación lumínica

La iluminación artificial nocturna puede desorientar a las mariposas, interrumpiendo sus patrones de vuelo y reproducción. Esto puede llevar a una menor tasa de supervivencia y contribuir al declive poblacional.

Especies invasoras

La introducción de especies no nativas puede competir con las mariposas por recursos y hábitats, o incluso depredarlas. Esto puede alterar el equilibrio ecológico y contribuir a la disminución de las poblaciones de mariposas.

Por AL PE

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