Unas nueve mil personas abandonaron la isla griega de Santorini por temor a los terremotos de hasta 4.8 de magnitud que sacudieron la zona.
«Nos vamos porque tengo miedo, hay terremotos constantemente, tenemos que irnos por los niños, para que los niños se tranquilicen”, declaró Beni Ouklala, de 38 años de edad, quien tiene un trabajo temporal en la isla.
Mientras tanto, el gobierno ha enviado equipos de emergencias como medida preventiva.
Durante la madrugada y la mañana de ayer se registraron más de 50 terremotos en la zona marítima entre las islas de Santorini y Amorgos.
El gobierno ordenó cerrar las escuelas hasta al menos el próximo viernes.
En tanto, cientos de residentes permanentes y trabajadores se apresuraron a llegar al puerto a primera hora de ayer para embarcar rumbo a Atenas.
Santorini se llena de cientos de miles de turistas en verano.
En esta época del año es menos concurrida, pero como los sismólogos calculan que la intensa actividad sísmica podría tardar días o semanas en remitir, las autoridades locales han elaborado un plan de alojamiento de emergencia.
Pidieron a la población alejarse de zonas costeras.