Tras las manifestaciones en Valencia, España, para protestar contra las negligencias de las autoridades ante las inundaciones del pasado 29 de octubre, el gobierno de Valencia descartó que se vayan a producir dimisiones y el propio presidente, Carlos Mazón, dijo que el jueves dará explicaciones “con todo lujo de detalles”.
En tanto, la vicepresidenta y consejera de Servicios Sociales, Igualdad y Vivienda, Susana Camarero, descartó cualquier renuncia tras la crisis. “Ante ese daño provocado, nosotros no podemos abandonar a las víctimas. Este gobierno no va a abandonar a las víctimas”, dijo Camarero en conferencia de prensa.
Asimismo, dijo que el gobierno local, “como ha hecho desde el primer día”, va a estar “al lado de las víctimas”, por lo que descartó dimisiones en el Ejecutivo local.
«No es una opción, en este momento, ninguna dimisión”, dijo Camarero y añadió que hay que “seguir trabajando en la recuperación y restitución del daño provocado” en lo que ha calificado como “la mayor crisis de la historia que ha vivido este país en los últimos años”.
«No podemos plantearnos otra cosa que trabajar sin descanso (…), no podemos perder ni un minuto más y seguir trabajando para ayudar a restituir la vida a estas personas”, dijo.
Ante las manifestaciones del pasado sábado, en las que al menos 130 mil personas, se pronunciaron en contra de las autoridades, Camarero dice que entiende “el dolor, el sufrimiento, la frustración y la impotencia” de los ciudadanos. “Hay que respetar, no puede ser de otra manera, a las personas que ayer (sábado) por la tarde salieron a la calle a mostrar ese dolor”, dijo la vicepresidenta.
AÚN BUSCAN A 32 PERSONAS
En tanto, la Policía Nacional y la Guardia Civil informaron que el número de desaparecidos se redujo a 32, conforme siguen los trabajos de remoción de escombro y limpieza de las zonas que afectaron las inundaciones, mientras que el número de víctimas mortales se mantuvo en 220.