Chihuahua capital enfrenta una alarmante crisis de violencia bajo la administración del presidente municipal Marco Bonilla, con 359 asesinatos registrados en lo que va del año. Esta cifra sitúa a la ciudad entre las más violentas del país y evidencia las limitaciones en las estrategias de seguridad implementadas. La creciente ola de homicidios refleja no solo el temor en la población, sino también la necesidad de un plan de acción más sólido y efectivo que garantice la seguridad de los ciudadanos.
A pesar de los esfuerzos anunciados por Bonilla, la realidad es que la presencia policial y los operativos en las zonas más conflictivas parecen insuficientes para frenar esta escalada de violencia. La comunidad sigue demandando una respuesta contundente que ataque de raíz esta situación y brinde mayor tranquilidad a Chihuahua.
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