Claudia Sheinbaum ya puede dedicarse a resolver crucigramas, tejer bufandas para su nuevo esposo o hasta, ahora sí en serio, a investigar sobre el cambio climático. Y es que prácticamente ya nada tiene que hacer, sino coser y cantar.
Tantos actos desgañitándose como corcholata, tanto subir y bajar a bordo de aviones, tantos kilómetros recorridos por las inseguras carreteras, y luego todavía más actos y más traslados como precandidata, lo mismo que ahora en la intercampaña, deben tenerla agotada.
Tirarse en la hamaca unas semanas no le caería mal y quizá hasta podría programar su pospuesta segunda luna de miel.
Sucede que, de acuerdo a la mayoría de las encuestas, ella ya ganó las elecciones. Algunas hasta la colocan con un millón de preferencias sobre apenas 14% de su oponente Xóchitl Gálvez.
También está visto que en Palacio Nacional AMLO ya le preparó su programa de gobierno, a través de las 20 iniciativas de reformas que acaba de enviar al Congreso, y que los morenistas están seguros ella va a poner en práctica sin chistar, obedeciendo sumisamente al mil por ciento lo que le ordena y le seguirá ordenando el de Tabasco.
Bueno. ¡Ya hasta puede despedir al grupo de “notables” que ha estado elaborando tal programa de gobierno, ahora totalmente inservible!
¡A descansar, señora Sheinbaum! ¡Ya ganó y ya hasta le ordenaron qué hacer en su sexenio!
Que sea Xóchitl quien se ponga a trabajar.
Otra Claudia, ésta de apellidos Ruiz Massieu, está de regreso a los cotilleos de la clase política, tras largos meses desde que abandonó las filas del PRI, mismo que en algún momento ella hasta encabezó.
No le fue bien al frente de los priístas y bajos las órdenes de Peña Nieto, el dirigente real desde Los Pinos.
¡Perdió todas las elecciones para gobernador en las que contendieron los tricolores durante su gestión partidista!
Ahora es candidata a diputada plurinominal por Movimiento Ciudadano, el partido de los permanentemente chistosos y divertidos, quizá porque siempre están alcoholizados.
Y en ese nuevo papel, estrenando etiqueta naranja, la sobrina de Carlos y Raúl Salinas de Gortari ha publicado un post en X en el que apunta que “servir a México con convicción, principios y congruencia es y seguirá siendo la brújula de mi carrera. La coyuntura actual nos exige a todos tender puentes y alcanzar acuerdos en favor de México. Agradezco a @DanteDelgado por confiar en mí. Como ciudadana, lucharé por las causas en las que creo y defenderé nuestras instituciones, derechos y libertades.”
Y ante ello un sarcástico e inteligente lector le comentó que lo mismo, exactamente lo mismo, le dijo a EPN cuando la designó su títere en el PRI.
El abogado Gabriel Reyes Orona brindó ayer información contundente sobre el caso del #Narcopresidente, como han “taggeado” a AMLO en redes sociales.
Para empezar, dijo que los gringos, así como cierran investigaciones, las vuelven a abrir. Y que, si no se cree, pues que ahí está el caso de Genaro García Luna –uno de los personajes más mencionados por el presidente en sus mañaneras–, ya que la fiscalía del Distrito Este de Nueva York sustentó su caso reabriendo investigaciones concluidas con anterioridad.
Y otro dato para reflexionar aportó Reyes Orona, quien también encabeza Transparencia Nacional: Que, así como investigaron la campaña del actual presidente en 2006, ¿quién nos dice que no hicieron lo mismo, pues ya era potencial sospechoso, en 2012 y en 2018?
De ser así, y si en EU se deciden a ventilarlas, el “hashtag” #Narcopresidente nunca va a abandonar el espacio de los Top Ten.